Ciencia y Tecnología
Un estudio advierte sobre cambios “anormales” en las futuras temporadas de huracanes

Un reciente estudio de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) pronostica cambios significativos en las temporadas de huracanes del Atlántico, sugiriendo que las próximas serán “anormales”. El informe indica que, en lugar de temporadas que se ajusten a un patrón “normal”, habrá años con ciclones extremadamente activos y otros inusualmente tranquilos. La variabilidad en la actividad ciclónica podría aumentar hasta un 36% para mediados de siglo.
Según la investigación publicada en Science Advances, las últimas décadas han sido testigos de temporadas con una alta fluctuación en la actividad ciclónica, con años especialmente activos, como 2005 y 2020, contrastando con otros períodos mucho más calmados. La NOAA proyecta que esta tendencia de variabilidad continuará, dificultando la predicción precisa de la actividad de huracanes.
La región central del Atlántico Norte, donde se forman la mayoría de los ciclones, será la más afectada por estos cambios. Los investigadores apuntan a variaciones en las temperaturas oceánicas y la cizalladura vertical del viento como los principales factores que intensificarán tanto los años activos como los inactivos. El estudio resalta que las temporadas “normales” se reducirán, lo que generará mayor incertidumbre en los pronósticos.
Este aumento en la variabilidad también dificultará la preparación y respuesta ante huracanes. Los científicos afirman que aunque el número total de huracanes por temporada no cambiará considerablemente, la probabilidad de temporadas extremadamente activas o inactivas será mayor. Esto desafiará la capacidad para predecir la severidad de cada temporada, lo que complicará las estrategias de mitigación y preparación ante desastres.
Ciencia y Tecnología
Impacto ecológico: el auge de imágenes IA estilo Ghibli consumió millones de litros de agua

El reciente auge de imágenes generadas con inteligencia artificial (IA) al estilo Ghibli tuvo un alto costo ambiental, pues, según un reporte del Washington Post en colaboración con investigadores de la Universidad de California en Riverside, se estima que en cinco días se consumieron más de 216 millones de litros de agua para mantener los servidores que procesaron las ilustraciones.
Este impacto se debe a que OpenAI, empresa responsable de la tecnología utilizada, emplea aproximadamente 2 litros de agua por cada 50 consultas para refrigerar sus centros de datos.
El informe ha generado debate sobre la huella ecológica de la IA, un sector en crecimiento que, si bien revoluciona la creatividad digital, también plantea retos en términos de consumo energético y sostenibilidad.