Ciencia y Tecnología
Orión: La nave espacial en la que la humanidad regresará a la Luna

La nave Orión, el principal motor espacial de la misión Artemis de la NASA, tiene algunos aspectos intrigantes que resumirán las expectativas de la comunidad científica antes de los nuevos viajes espaciales a la Luna.
Se planea que la nave espacial Orión, que no contará con tripulación en el plan Artemis I, viaje 64 mil kilómetros más allá de la Luna, siendo la aeronave construida por humanos que viajará más lejos que cualquier otra.
“El sistema de aborto de lanzamiento (ubicado en la parte superior de la nave espacial) tiene la función de alejar el cohete del módulo de la tripulación con los astronautas en su interior de manera segura en caso de emergencia, y se desechará tras el lanzamiento y ascenso exitoso desde la parte superior del Space Launch System”, revela la NASA.
Su módulo de tripulación fue construido por el con el contratista principal Lockheed Martin, quien asegura que permitirá proporcionar espacio vital en misiones para cuatro astronautas, para hasta 21 días, sin acoplarse a otra nave espacial. Esta cápsula, fue realizada en base a 60 años de investigación de los especialistas en viajes espaciales.
En la siguiente etapa de la nave se encuentra un módulo subyacente a la cápsula, conocida como recipiente a presión, que “consta de siete grandes piezas de aleación de aluminio que se han unido mediante soldadura por fricción en las instalaciones de ensamblaje Michoud de la NASA (en Nueva Orleans)” brindando una fuerte base hermética que además es liviana.
“Lo que envuelve el recipiente a presión es la cubierta protectora en forma de cono del módulo de la tripulación, conocida como la carcasa trasera, compuesta por un sistema de protección térmica que consta de mil 300 placas”, agrega la agencia espacial estadunidense.
La construcción fue hecha con material de fibra de sílice, similar al utilizado hace más de 30 años en el transbordador espacial. Con esto, se espera que la nave esté protegida de temperaturas extremas para la etapa espacial y la de reingreso a la atmósfera.
La parte inferior de la cápsula es la que estará expuesta a las temperaturas más altas cuando Orión regrese a la Tierra, por esto, los especialistas decidieron instalarle un escudo térmico, que es el más grande del mundo con unos 5 metros de diámetro.
La superficie de esa misma instalación tiene bloques de un material que es llamado Avcoat, que es una reformulación del material utilizado en las cápsulas Apollo. Esa base “sufrirá fracturas o quema de forma controlada, evitando que el calor impregne a Orión”.
Al interior de la nave espacial Orión se encuentra una estructura de aluminio de vigas que se cruzan entre ellas, formando una columna vertebral, proporcionando la superficie donde se instalaron tanto los asientos de la tripulación, así como sus casilleros de almacenaje, su ubicación es de suma importancia para que quienes estén en la aeronave puedan vivir en el espacio durante las misiones.
También se agregaron adaptaciones que harán que los tripulantes tengan más comodidad, como tanques y un dispensador de agua potable, así como una forma sencilla para rehidratarse y calentar la comida.
Incluso cuenta con dos grandes cabinas en las que la tripulación podrá resguardarse en caso de que se llegara a registrar una exposición preocupante de radiación como una llamarada solar.
Los astronautas y el equipo mantendrán el calor con un sistema de radiadores e intercambiadores que facilitarán una temperatura agradable, que además usa una parte activa, “que transfiere el calor de toda la nave espacial a los radiadores del módulo de servicio, y una parte pasiva, que protege el módulo de servicio de los ambientes térmicos internos y externos”.
El agua potable, nitrógeno y oxígeno están en el sistema de consumibles de quienes estén en la aeronave, los que están almacenados en tanques.
“El módulo de la tripulación es la única porción de Orión que regresará a la Tierra al final de cada misión. En los primeros vuelos, se reutilizarán los componentes del módulo de tripulación de alto valor, como la aviónica y los sistemas de control ambiental y soporte vital, con vistas a reutilizar más componentes en misiones posteriores”, explicó la NASA.
Ciencia y Tecnología
Tabasco brilla en la Olimpiada Mexicana de Matemáticas para Educación Básica 2025

Este 2025 se contó con la participación de más de 600 alumnos en el proceso de selección rumbo a la Olimpiada Mexicana de Matemáticas para Educación Básica (OMMEB). Tras dos etapas de preparación, se realizaron entrenamientos y exámenes filtro presenciales en la Secundaria Jaime Torres, el CLAT, Greenville International School y la DACB-UJAT, instituciones que facilitaron sus instalaciones.
Del 18 al 21 de septiembre, se celebró en el centro vacacional del IMSS en Oaxtepec, Morelos, la fase nacional de la OMMEB 2025, donde la delegación de Tabasco participó con 9 estudiantes, distribuidos de forma equitativa en los tres niveles del concurso.
La OMMEB consta de dos exámenes: uno individual (15 problemas) y otro por equipos (8 problemas), siendo considerada la antesala de la International Mathematics Competition (IMC) en México.
Durante la premiación, la delegación tabasqueña obtuvo un destacado resultado: 1 medalla de plata, 2 medallas de bronce y 4 menciones honoríficas, lo que representa un logro significativo para la comunidad olímpica.
El comité organizador agradeció a los estudiantes participantes, a sus familias por el apoyo constante, a los acompañantes, a las escuelas que respaldaron económicamente y de manera moral, así como a los profesores que guiaron el proceso. También se reconoció el diseño de las playeras y gorras que dieron identidad al equipo.
Con la medalla de plata, Tabasco cuenta ahora con un preseleccionado para la IMC 2026 en Mongolia, lo que abre una nueva etapa de preparación y expectativas para la próxima generación.
La invitación queda abierta a estar atentos a la convocatoria de la edición 2026 y seguir impulsando el talento matemático en el estado.