Internacionales
México, tercer país con mayor cantidad de periodistas asesinados
Dos países en guerra: Siria e Irak, seguidos por México, son los países con la mayor cantidad de periodistas asesinados en las últimas dos décadas, según un informe publicado este viernes por Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Un total de mil 668 periodistas perdieron la vida “en el ejercicio de su profesión” entre el 2003 y 2022, 80 aproximadamente cada año, de acuerdo con el balance de la ONG con sede en París.
“Irak y Siria son los dos países con mayor número de víctimas, ya que la suma de ambos arroja un total de 578 asesinatos en 20 años, es decir, más de un tercio de todos los periodistas muertos”, precisa.
Le siguen México, con 125 reporteros abatidos, Filipinas con 107 y Afganistán con 81. Brasil 42, Colombia 31 y Honduras con 26, también están entre los 15 países con mayor número de homicidios de este tipo.
Según RSF, el continente americano fue “indiscutiblemente el más peligroso para los medios” en el 2022, puesto que ahí les arrebataron la vida al 47,4% de los 58 asesinados durante este año.
“En las dos últimas décadas ha habido más periodistas asesinados en ‘zonas en paz’ que en ‘zonas en guerra’, debido especialmente a sus investigaciones sobre la corrupción y el crimen organizado”, explica RSF.
Hasta 13 periodistas, según datos gubernamentales, fueron asesinados este año en México, donde hubo casos sonados como el de Fredid Román, ultimado a balazos tras haber escrito sobre la desaparición de 43 estudiantes en Ayotzinapa en 2014.
“Tras las cifras, se esconden los rostros, la personalidad, el talento y el compromiso de aquellas y aquellos que han pagado con su vida la búsqueda de información, la persecución de la verdad y su pasión por el periodismo”, afirmó Christophe Deloire, secretario general de RSF, en declaraciones recogidas en el informe.
Internacionales
Trump confirma destrucción de submarino usado para tráfico de drogas en el Caribe
Washington, D.C.– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que las fuerzas estadounidenses destruyeron un submarino semisumergible que estaba siendo utilizado para el tráfico de drogas en el mar Caribe, cerca de la costa venezolana.
El ataque, realizado el 16 de octubre de 2025, dejó un saldo de seis presuntos narcotraficantes muertos y dos sobrevivientes capturados, quienes actualmente permanecen bajo custodia en un buque de la Marina de los Estados Unidos. Trump calificó a los atacantes como “narcoterroristas” y señaló que el gobierno de Nicolás Maduro ha ofrecido “todo” para evitar un enfrentamiento directo con Estados Unidos.
Estas acciones forman parte de una campaña militar estadounidense dirigida a combatir el narcotráfico en la región, que ha incluido ataques a embarcaciones vinculadas a organizaciones criminales venezolanas desde septiembre de 2025.
El gobierno de Venezuela ha reaccionado denunciando estas operaciones como violaciones a su soberanía y ha movilizado a su milicia, mientras que en Estados Unidos algunos legisladores cuestionan la legalidad de los ataques sin la aprobación del Congreso.
Trump enfatizó que las acciones buscan interrumpir las rutas de narcotráfico y desmantelar las estructuras criminales en la región, reafirmando el compromiso de su administración de mantener el control sobre el tráfico de drogas en el Caribe.
El hecho genera preocupación internacional por la escalada de operaciones militares y plantea interrogantes sobre las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, así como sobre la seguridad en la región fronteriza del Caribe.





