Internacionales
México, 7º lugar en gestión de pandemia: Mitofsky

El presidente de México. Andrés Manuel López Obrador, se encuentra en el séptimo lugar de mandatarios de América evaluados en tiempos de la pandemia de coronavirus.
De acuerdo con el reporte Aprobación de mandatarios América y el mundo, de Consulta Mitofsky, 52 por ciento de la opinión pública aprueba a López Obrador.
Mientras que ayer nuestro país llegó a 395 mil 489 casos confirmados de covid-19.
En este listado, el primer sitio lo ocupa el salvadoreño Nayib Bukele, con una aprobación de 84 por ciento.
El país centroamericano reporta 15 mil 35 casos confirmados del nuevo virus.
Además, desde el 22 de marzo, Bukele ordenó la cuarentena absoluta y estableció un subsidio de 300 dólares a 75 por ciento de los hogares.
En segundo lugar se encuentra el mandatario peruano, Martín Vizcarra, con 65 por ciento. Al igual que en El Salvador, Vizcarra ordenó el confinamiento obligatorio.
El tercer sitio es para el uruguayo Luis Alberto Lacalle Pou, con un respaldo de 63 por ciento.
Los tres funcionarios que encabezan la evaluación registran un nivel de aprobación “favorable”, al alcanzar más de 60 por ciento. Mientras que el presidente mexicano está en el rango “alto”.
Según el Informe sobre imagen e influencia presidencial en América Latina de la organización Directorio Legislativo, en nuestro país el manejo de la crisis perjudica la imagen del mandatario.
En México, hubo una “tardía respuesta” ante el coronavirus, pues la enfermedad llegó el 27 de febrero y el gobierno declaró la emergencia a finales de marzo, agregó.
“Las medidas de restricción a la circulación y la actividad económica fueron muy limitadas”, agregó el estudio.
El peor evaluado en el ranking de Mitosky fue el chileno Sebastián Piñera, con 16%. El penúltimo sitio lo ocupa el ecuatoriano, Lenín Moreno, con 37%.
Para la evaluación, la consultora realizó una recopilación de encuestas publicadas en cada país.
Internacionales
Donald Trump ordena implementar la pena de muerte en Washington D.C.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un memorándum dirigido a la fiscal general, Pam Bondi, y a la fiscal del Distrito de Columbia, Jeanine Pirro, en el que instruye la implementación “plena” de la pena de muerte en la capital estadounidense. La medida revierte la abolición de la pena capital en Washington D.C., vigente desde 1981, y busca responder a lo que la administración califica como un aumento de la criminalidad en la ciudad.
Según el memorándum, los fiscales federales deberán buscar la pena de muerte en todos los casos apropiados bajo la legislación federal, particularmente en delitos graves como homicidios y asesinatos de agentes de policía. Además, se indica que ejercerán jurisdicción federal para garantizar la aplicación de la pena capital, en lo que la administración Trump considera una acción necesaria para mantener la seguridad.
La decisión ha generado un amplio debate. Expertos legales y organizaciones de derechos civiles han expresado su preocupación por la posible violación del derecho de autogobernanza de Washington D.C., cuya población ha rechazado la pena de muerte en referendos anteriores. También se cuestiona el impacto de esta medida sobre las normas legales y la autonomía local.
Esta acción forma parte de una serie de iniciativas del gobierno de Trump para expandir el uso de la pena de muerte a nivel federal, incluyendo la reactivación de ejecuciones federales tras la pausa durante la administración de Joe Biden. La medida consolida un cambio significativo en la política criminal de la capital estadounidense y promete generar un intenso debate jurídico y político en los próximos meses.