Nacionales
La “Gaviota” lanza una amenaza a EPN ¡para que la liquide!
Después de burlas en su contra por anunciar su divorcio de Enrique Peña Nieto, de 52 años, Angélica Rivera, de 49, no se la dejará nada fácil al político, pues se encuentra llena de rabia y enojo, y piensa cobrarle la humillación por la que la hizo pasar.
Un amigo de la ex pareja relató a la Revista TV Notas, cuáles son los planes de la ex primera dama:
¡Si no le da una buena indemnización publicará un nuevo libro que va a ser un escándalo!
-Angélica ya anunció su divorcio…
“No le quedaba de otra, pues toda la gente ya había visto las fotos de Enrique junto a su nueva pareja, Tania Ruiz,en Madrid”.
-¿Cómo se encuentra?
“Se siente muy triste y traicionada, pues quedó como la cornuda, y eso le pesa mucho; además, le dolió mucho que Gerardo Ruiz, hermano de la modelo, revelara en un programa estadounidense que ella y Enrique estaban separados”.
-¿Tania tiene algo contra Angélica?
“Sí, pues por ella no ha podido expresar libremente su amor con Enrique. Angélica ya sabía de esa relación, pero necesitaba guardar las apariencias un poco más de tiempo”.
¿Enrique sabía que Angélica publicaría este mensaje?
“Para nada, lo escribió en medio de un berrinche; le ganó el enojo y se fue como hilo de media. Como ex primera dama debía seguir un protocolo, pero lo publicó en las redes como chisme de vecindad, y hasta con faltas de ortografía lo puso”.
-Comenta que ahora se enfocará en recuperar su vida y carrera profesional…
“Efectivamente, pero ahora nadie la quiere contratar. Tiene la peor de las imágenes que haya podido tener una primera dama en México, incluso la de una actriz. El público la detesta”.
Nacionales
Restaurante flotante reactiva economía y se convierte en punto de encuentro en Coatzacoalcos
El arribo de un restaurante flotante a las playas de Coatzacoalcos no solo despertó curiosidad entre los habitantes, sino que también ha contribuido a reactivar la economía local.
Decenas de familias han acudido al malecón costero para tomarse fotos, convivir y disfrutar del ambiente, mientras comerciantes de nieve, cocos, chicharrones y antojitos aprovechan el incremento en la afluencia de visitantes.
Lo que en un inicio llegó como consecuencia de las inundaciones en el norte del estado, hoy se ha transformado en un espacio de reunión familiar y atractivo turístico improvisado en la ciudad.





