El rastro Tipo Inspección Federal (TIF) promovido por Grupo Agroindustrial Bovino del Sureste cambió su ubicación y ahora será construido en la Zona Económica Especial (ZEE) en Paraíso, reveló Manuel Fuentes Esperón, titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesquero (Sedafop).

Explicó que la decisión es tomada por los empresarios que integran el grupo, encabezado por Edén Caraveo Burelo, para aprovechar todos los incentivos fiscales municipales, estatales y federales que serán otorgados a las empresas que ahí se asienten.

Recordó que originalmente el proyecto iba a ser desarrollado en el kilómetro 46 de la carretera Villahermosa-Macuspana.

Sin embargo, destacó, por conveniencia los empresarios decidieron cambiar la ubicación a la ZEE recientemente decretada por el presidente Enrique Peña Nieto.

Incluso, destacó, lo empresarios ya están con el proyecto ejecutivo del agroparque industrial donde se asentará el rastro TIF.

Además, remarcó, los directivos de Grupo Agroindustrial Bovino del Sureste ya están en la búsqueda del predio para poder iniciar la construcción en esa área y aprovechar todas las bondades fiscales de la ZEE, cuya vocación es el sector energético y precisamente agroindustrial.

Las negociaciones, aseguró, van avanzadas pero desconoció más detalles del proyecto.

El objetivo, expuso, es que a pesar de que la creación de la ZEE en Paraíso es reciente, la construcción del rastro inicie este mismo año.

Recordó que en ese proyecto serán invertidos 300 millones de pesos, de los cuales 30 millones serán aportados por el gobierno del estado, 50 millones por la Federación, 100 millones por los propios productores y el resto sería por medio de financiamiento bancario.

“El proyecto no cambia, lo que cambia es la ubicación por conveniencia”, puntualizó Fuentes Esperón.

De acuerdo con información del gobierno del estado, ese proyecto tiene una visión integral que considera el acopio, engorda, sacrificio, corte, empaque y comercialización de la carne de bovino.
“La iniciativa, a desarrollarse en tres fases, plantea la construcción de una fábrica de alimentos, la instalación de 64 corrales de engorda con capacidad para 90 cabezas de ganado cada uno, el establecimiento de un rastro TIF y la apertura de salas de corte, deshuese y empaque, entre otras áreas que beneficiarán no sólo al sector ganadero, sino también al agrícola”, se explica en un boletín de prensa del gobierno del estado.

El proyecto, se agrega, “además de atender las necesidades del mercado nacional, tiene una visión de exportación hacia Estados Unidos, Países Árabes, China y Japón”.

Entre los objetivos están “mejorar la productividad y genética del hato ganadero, disminuir las variaciones en el precio, crear alrededor de mil 600 empleos directos e indirectos, y fomentar el desarrollo no sólo de proveedores de becerros, sino también de granos y forrajes”.