El candidato a gobernador del estado por el Partido Nueva Alianza (Panal), Manuel Paz Ojeda, consideró que no es necesario firmar un “pacto de civilidad” entre los contendientes a ese mismo cargo, ya que no ve una “guerra sucia” en la campaña electoral.

Los pactos de civilidad, opinó, únicamente son para los “grillos”.

“Eso es de los grillos de firmar pactos… pues yo no veo a nadie peleándose, yo no veo a Tabasco separado, andan hablando de que vamos a reconciliar Tabasco, pero reconciliar de qué, porque yo saludo a la gente…”, expuso.

En entrevista previa a una reunión con socios de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), que dirige Sergio Coll Montalvo, Paz Ojeda opinó que detrás de las acusaciones contra el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de enviar a “grupos de choque” a los mítines del abanderado de la coalición Por Tabasco al Frente, Gerardo Gaudiano Rovirosa, solo ve “candidatos muy nerviosos”, pero no guerra sucia.

Los candidatos están muy nerviosos, explicó, porque en las “encuestas verdaderas” se dan cuenta de que los ciudadanos no los quieren.

“Ocho de cada 10 tabasqueños no quieren a los políticos, y lo que estamos viendo es el reflejo de eso”, dijo.

En realidad, externó, lo que hay son denuncias de actos y de hechos.

Por eso, afirmó, hay que denunciar a quien haga actos ilegales, lo que no representa “guerra sucia”.

En ese sentido, insistió, no ve necesario firmar un pacto de civilidad.

“Yo no veo pleito”, reiteró.

Por otra parte, opinó que en debate de este viernes los demás candidatos a gobernador del estado únicamente van a decir lo que han dicho en elecciones de hace por lo menos 24 años.

Él, dijo, hará lo que le corresponde porque es el candidato de las propuestas.

Lamentó que se han generado muchas expectativas de ese debate, pero –anticipó– en realidad será muy monótono y donde no habrá mucha aportación.
“Es un debate cuadrado”, consideró.

Compromiso con constructores

Manuel Paz Ojeda se comprometió con los constructores afiliados la CMIC a destinar un presupuesto anual de por lo menos 2 mil millones de pesos para obra pública.

Su plan de gobierno, aseguró, incluye un amplio programa de infraestructura pública.

Reconoció que 85 por ciento del presupuesto del estado es destinado a gasto corriente, y únicamente entre 15 y 20 por ciento queda para proyectos de inversión.

Sin embargo, insistió, el compromiso es destinar un presupuesto anual de por lo menos 2 mil millones de pesos para obra pública, ya que en este sexenio el promedio, cada año, fue de solo 500 millones.