Internacionales
Mexicanos en Ucrania viven refugiados en el metro de Kiev
“Estamos tristes, pero fuertes. Físicamente estamos bien. No estamos en pánico, pero sí alertas” expresó con mucho temor la mexicana Áurea Domínguez, quien fue trasladada la semana pasada a Ivano-Frankivsk junto con su hijo, mientras su esposo se quedó en Kiev “por patriotismo”.
Ayer indicó que, luego de que inició el conflicto, se logró comunicar con él: “Está bien y también su familia”. Narró que se habían escuchado explosiones en el aeropuerto en la ciudad al sur del país y se activó un sistema de alerta por altavoces.
Reportó que la embajada de México se encuentra en proceso de trasladarlos hacia Rumania. Adelantó que para hoy se prevé el movimiento, en el que los acompañaría un representante de la embajada. Al igual mencionó que los dejarían en la frontera con Rumania y cambiarían de autobús ya en el otro país.
En la capital también estaba Ivette Rossano, originaria de Chihuahua, quien declaró: “Estamos en el Metro y aquí nos quedaremos”. Dijo que las alertas del gobierno les llegaban por “Telegram y Viber”. Ella vive en Kiev desde febrero de 2021, con su esposo, Mykhailo Naumov; su hijastro, Leonid Naumov, y su perrita Ramona. Todos estaban en el Metro. La mexicana afirmó: “Estoy esperando mis documentos de residencia”.
“Sólo necesito ayuda de documentos para poder llevar a mi familia a México, es todo”, comentó Erick Luján, igualmente, procedente de Chihuahua, afirmó que recibió el apoyo de la gobernadora María Eugenia Campos Galván, así como del doctor Alejandro Díaz, delegado de la Organización Mundial por La Paz en Chihuahua, para lograr obtener los documentos.
La embajadora de México en Ucrania, Olga Beatriz García Guillén, informó este jueves que 50 personas de nacionalidad mexicana han solicitado ser evacuados de Kiev y Odesa.
Internacionales
Trump confirma destrucción de submarino usado para tráfico de drogas en el Caribe
Washington, D.C.– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que las fuerzas estadounidenses destruyeron un submarino semisumergible que estaba siendo utilizado para el tráfico de drogas en el mar Caribe, cerca de la costa venezolana.
El ataque, realizado el 16 de octubre de 2025, dejó un saldo de seis presuntos narcotraficantes muertos y dos sobrevivientes capturados, quienes actualmente permanecen bajo custodia en un buque de la Marina de los Estados Unidos. Trump calificó a los atacantes como “narcoterroristas” y señaló que el gobierno de Nicolás Maduro ha ofrecido “todo” para evitar un enfrentamiento directo con Estados Unidos.
Estas acciones forman parte de una campaña militar estadounidense dirigida a combatir el narcotráfico en la región, que ha incluido ataques a embarcaciones vinculadas a organizaciones criminales venezolanas desde septiembre de 2025.
El gobierno de Venezuela ha reaccionado denunciando estas operaciones como violaciones a su soberanía y ha movilizado a su milicia, mientras que en Estados Unidos algunos legisladores cuestionan la legalidad de los ataques sin la aprobación del Congreso.
Trump enfatizó que las acciones buscan interrumpir las rutas de narcotráfico y desmantelar las estructuras criminales en la región, reafirmando el compromiso de su administración de mantener el control sobre el tráfico de drogas en el Caribe.
El hecho genera preocupación internacional por la escalada de operaciones militares y plantea interrogantes sobre las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, así como sobre la seguridad en la región fronteriza del Caribe.





