Internacionales
Juez acepta moción para aplazar sentencia de García Luna hasta septiembre

El juez Brian Cogan, quien lleva el caso del ex secretario de Seguridad con Felipe Calderón, Genaro García Luna, aceptó este lunes la moción de la defensa para aplazar tres meses la sentencia y darle tiempo de presentar las nuevas evidencias que dijo tener.
Cogan informó que las “mociones posjuicio” que la defensa, encabezada por César de Castro, quiere presentar, tendrán lugar el 7 de julio. La respuesta del gobierno tendría lugar el 4 de agosto y la sentencia quedó programada para el 27 de septiembre. La fecha previa de sentencia era el 27 de junio.
“Desde el veredicto, varias personas, entre ellas antiguos agentes de las fuerzas del orden, se han puesto en contacto con nosotros para facilitarnos nuevas pruebas favorables a la defensa que podrían dar lugar a la presentación de una moción en virtud de la norma 33 (para pedir la celebración de un nuevo juicio)”, aseguró el abogado de García Luna, César de Castro, en un escrito dirigido al juez.
Por eso, solicitó el aplazamiento para la presentación de mociones, cuya fecha límite había sido fijada por el juez Brian Cogan para el 7 de abril.
La defensa asegura que necesita tiempo extra para “continuar desarrollando las pruebas para apoyar una potencial moción de acuerdo con la mencionada norma 33 que estipula que el acusado puede solicitar un nuevo juicio si se descubren nuevas pruebas que así lo ameriten”.
Presentadas las mociones, si el juez decide que la evidencia no es suficiente para iniciar un nuevo juicio, la sentencia será entonces el 27 de septiembre; de lo contrario, habría un nuevo juicio, algo poco común en Estados Unidos.
Internacionales
Donald Trump ordena implementar la pena de muerte en Washington D.C.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un memorándum dirigido a la fiscal general, Pam Bondi, y a la fiscal del Distrito de Columbia, Jeanine Pirro, en el que instruye la implementación “plena” de la pena de muerte en la capital estadounidense. La medida revierte la abolición de la pena capital en Washington D.C., vigente desde 1981, y busca responder a lo que la administración califica como un aumento de la criminalidad en la ciudad.
Según el memorándum, los fiscales federales deberán buscar la pena de muerte en todos los casos apropiados bajo la legislación federal, particularmente en delitos graves como homicidios y asesinatos de agentes de policía. Además, se indica que ejercerán jurisdicción federal para garantizar la aplicación de la pena capital, en lo que la administración Trump considera una acción necesaria para mantener la seguridad.
La decisión ha generado un amplio debate. Expertos legales y organizaciones de derechos civiles han expresado su preocupación por la posible violación del derecho de autogobernanza de Washington D.C., cuya población ha rechazado la pena de muerte en referendos anteriores. También se cuestiona el impacto de esta medida sobre las normas legales y la autonomía local.
Esta acción forma parte de una serie de iniciativas del gobierno de Trump para expandir el uso de la pena de muerte a nivel federal, incluyendo la reactivación de ejecuciones federales tras la pausa durante la administración de Joe Biden. La medida consolida un cambio significativo en la política criminal de la capital estadounidense y promete generar un intenso debate jurídico y político en los próximos meses.