Internacionales
Guardia Civil rescata a perro que moría asfixiado, imponen cinco infracciones al dueño
La Guardia Civil de Sevilla ha denunciado a una persona por al menos cinco presuntas infracciones a la normativa de Protección de los Animales y a la Normativa sobre Animales Potencialmente Peligrosos esto luego que fuera encontrado a uno de sus perros en una agonía.
Los hechos sucedieron el pasado 29 de julio cuando los vecinos alertaron que en una parcela de Guillena se encontraba un perro de raza ‘American Staffordshire Terrier’ de unos tres años, en muy mal estado ya que agonizaba por una cuerda que tenía atada en el cuello y que por el esfuerzo de liberarse se apretó más hasta casi asfixiarlo.
En el lugar del incidente los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) pertenecientes a la Guardia Civil de El Ronquillo (Sevilla) llegaron al lugar indicado donde localizaron y rescataron al can el cual tenía una cuerda con nudo corredizo atada alrededor del cuello con la que se estaba asfixiando al intentar zafarse de ella.
También fueron encontrados otros dos perros que “aparentemente no estaban recibiendo los cuidados adecuados”.
Después de liberar al animal, los elementos de la Guardia Civil procedieron a refrescarlo e hidratarlo, para terminar recuperándolo.
Internacionales
Hallazgos arqueológicos revelan el consumo de cocaína en Europa desde el siglo XVII
Investigadores han descubierto evidencia de consumo de cocaína en la cripta de un antiguo hospital en Milán, sugiriendo que los europeos estaban consumiendo hojas de coca desde el siglo XVII, mucho antes de que la droga fuera aislada por un químico alemán. Gaia Giordano, estudiante de posgrado, lideró el análisis de cráneos y tejidos cerebrales de nueve personas enterradas en la cripta del hospital Ca’ Granda. Los resultados, que se publicarán en el Journal of Archaeological Science, indican que al menos dos individuos masticaron hojas de coca, lo que marca la prueba más antigua de consumo de cocaína en la Europa premoderna.
Los hallazgos apuntan a que los milaneses pudieron haber tenido acceso a las mismas hojas de coca utilizadas por civilizaciones sudamericanas para aliviar el dolor y aumentar la energía. Aunque no se conoce con certeza cómo la planta llegó a Europa, se especula que los colonizadores españoles, atraídos por las propiedades analgésicas de la cocaína, pudieron haber introducido las hojas como un remedio. Christine VanPool, antropóloga de la Universidad de Misuri, sugiere que es plausible que un español enfermo decidiera probar las hojas en busca de alivio.
Benjamin Breen, historiador de la Universidad de California, también apoya la idea de que la coca pudo haber llegado a Europa como un producto médico curioso. La cripta de Ca’ Granda, que contiene unos 2.9 millones de huesos, es considerada un centro de comercio que pudo haber recibido la planta antes que otras ciudades europeas. Los documentos históricos indican que los viajeros europeos del siglo XVI ya habían notado el uso de las hojas de coca entre las civilizaciones indígenas.
A pesar del escepticismo inicial sobre los hallazgos, Breen encontró respaldo en relatos históricos, como los del misionero español José de Acosta, quien observó el uso de hojas de coca en América del Sur. Este contexto histórico refuerza la idea de que la planta fue vista como un producto medicinal. En cuanto a los restos analizados, se determinó que uno de los consumidores era un hombre de entre 30 y 45 años que padecía sífilis, aunque no se pudo establecer la condición de la otra persona.
Los investigadores concluyen que el consumo de cocaína podría haber sido tanto recreativo como medicinal. Sin embargo, los registros del hospital no indican que se proporcionaran hojas de coca como tratamiento oficial. En cambio, un estudio previo sugirió que el uso de productos derivados de la amapola real fue un tratamiento médico reconocido en Ca’ Granda. Esto sugiere que la cocaína podría haber sido utilizada de manera no oficial entre los pacientes del hospital.