Internacionales
En EU, Vermont permitirá suicidio asistido a foráneos

Vermont se convirtió el martes en el primer estado de Estados Unidos en modificar su ley de suicidio médicamente asistido para permitir que enfermos terminales de otras entidades puedan acogerse a ella para poner culminar a sus vidas.
El gobernador republicano, Phil Scott, promulgó el proyecto de ley que elimina el requisito de residencia para la ley, que tiene décadas de antigüedad.
El año pasado, en un acuerdo judicial, Oregon acordó dejar de aplicar el requisito de residencia de su ley que permite a los enfermos terminales recibir medicación letal. También acordó pedir a la Asamblea Legislativa que lo eliminara de la ley.
Antes de eliminar el requisito de residencia el martes, Vermont había llegado a un acuerdo con una mujer de Connecticut que padece cáncer terminal para permitirle acogerse a su ley, siempre que cumpla otros aspectos de esta.
Vermont es uno de 10 estados que permiten el suicidio médicamente asistido. Los detractores de este tipo de leyes afirman que, sin los requisitos de residencia, los estados corren el riesgo de convertirse en destinos turísticos del suicidio asistido.
Mary Hahn Beerworth, directora general del Comité del Derecho a la Vida de Vermont, declaró ante una comisión legislativa en marzo que la práctica “era, y sigue siendo, una cuestión de controversia”.
Internacionales
Donald Trump ordena implementar la pena de muerte en Washington D.C.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un memorándum dirigido a la fiscal general, Pam Bondi, y a la fiscal del Distrito de Columbia, Jeanine Pirro, en el que instruye la implementación “plena” de la pena de muerte en la capital estadounidense. La medida revierte la abolición de la pena capital en Washington D.C., vigente desde 1981, y busca responder a lo que la administración califica como un aumento de la criminalidad en la ciudad.
Según el memorándum, los fiscales federales deberán buscar la pena de muerte en todos los casos apropiados bajo la legislación federal, particularmente en delitos graves como homicidios y asesinatos de agentes de policía. Además, se indica que ejercerán jurisdicción federal para garantizar la aplicación de la pena capital, en lo que la administración Trump considera una acción necesaria para mantener la seguridad.
La decisión ha generado un amplio debate. Expertos legales y organizaciones de derechos civiles han expresado su preocupación por la posible violación del derecho de autogobernanza de Washington D.C., cuya población ha rechazado la pena de muerte en referendos anteriores. También se cuestiona el impacto de esta medida sobre las normas legales y la autonomía local.
Esta acción forma parte de una serie de iniciativas del gobierno de Trump para expandir el uso de la pena de muerte a nivel federal, incluyendo la reactivación de ejecuciones federales tras la pausa durante la administración de Joe Biden. La medida consolida un cambio significativo en la política criminal de la capital estadounidense y promete generar un intenso debate jurídico y político en los próximos meses.