Hace un tiempo las tortugas de agua dulce abundaban en el gran estado de Asam, sin embargo la destrucción de su hábitat y la sobre explotación de este quelonio muy apreciado en la gastronomía local, han reducido drásticamente la población.

Pranab Malakar recoge con la mano los huevos depositados en la orilla y los coloca en una incubadora artificial para mantenerlos a salvo.

“Hay muchas tortugas en el estanque”, explica Jayaditya Purkayastha, de la organización de conservación de la naturaleza Good Earth, que se asoció con la dirección del santuario para desarrollar un programa de reproducción de estos reptiles con caparazón.

En enero, su organización soltó un lote de 35 crías de tortuga, entre ellas 16 trionyx negras, en un parque natural protegido situado cerca.

Criar tortugas en un estanque plantea algunos problemas. Los cientos de visitantes diarios del templo, situado cerca de la gran ciudad de Guwahati, les lanzan pan y otros alimentos y ellas lo aprecian, pero también ha hecho que pierdan su tendencia a buscar alimento por si solas.