Internacionales
Los animales podrían considerarse personas con derechos
Una histórica audiencia de un oso andino, fue motivo para que la corte evaluará que animales fueran reconocidos no como cosas, sino como seres sintientes y ahora también pueden estar sujetos de derechos, pero no deberes y quien deben velar por esos derechos es el hombre, un un cambio importante, que no se centra en el debate común sobre el sufrimiento de los animales.
En el 2017, en una audiencia se debatió sobre el caso de Chucho, un oso de anteojos o andino, el cuál fue representado por el abogado Luis Domingo Gómez, quien pidió a la Corte Constitucional que revocara la tutela que se le había concedido a favor de un zoológico y diera las órdenes pertinentes para Chucho fuera trasladado a una reserva natural, en donde pueda vivir bajo los cuidados de los seres humanos.
En la audiencia de Chucho intervinieron 20 personas, ministros, académicos, juristas, ONG y autoridades ambientales, donde se debatió sobre la cautividad del oso en el zoológico de Barranquilla después de ser trasladado de la reserva de Río Blanco, en Manizales, donde había permanecido 18 años.
De esta manera se pidió que la liberación de Chucho, ya que el oso está mejor en sus instalaciones que en la reserva natural, en la que vivía encerrado por una cerca de púas, además de que considera que los animales no son sujetos de derechos, sino objetos de derechos y, por lo tanto, no pueden ser beneficiados con un habeas corpus, mecanismo que protege la libertad de los humanos.
Internacionales
La caída del régimen de Assad desata eufóricas liberaciones en las prisiones de Siria
La reciente caída del régimen de Bashar al-Assad ha llevado a miles de prisioneros políticos a ser liberados de las infames cárceles sirias, conocidas por sus duras condiciones y prácticas sistemáticas de tortura y ejecuciones secretas. Decenas de prisioneros celebraron su liberación, como fue el caso de Bashar Barhoum, quien había sido condenado a muerte y despertó para descubrir que su celda había sido asaltada por rebeldes, no por las fuerzas del régimen.
Los prisioneros liberados, entre los que se encontraban algunos que llevaban años desaparecidos, se encontraron corriendo por las calles de Damasco, descalzos y en ropa interior, celebrando la caída del gobierno de Assad. Muchos de ellos se mostraron incrédulos ante la oportunidad de una nueva vida, tras años de tortura y abusos. En 2013, más de 53,000 fotografías filtradas mostraron evidencia clara de las condiciones brutales dentro de las prisiones.
La tortura, el hambre y las ejecuciones fueron prácticas comunes en las prisiones de Assad. La cárcel de Saydnaya, apodada el “matadero humano”, se destacó por las ejecuciones secretas que, según informes, alcanzaron hasta 13,000 muertes entre 2011 y 2016. Ahora, con el fin del régimen, familias que habían perdido a seres queridos en estos centros de detención, como Bassam Masri, siguen esperando fuera de las prisiones, con la esperanza de ver a sus familiares liberados.
Mientras tanto, grupos de derechos humanos y activistas como Omar Alshogre, quien sobrevivió a la tortura, expresan su asombro por la liberación, a la que los países democráticos no habían intervenido. Aunque la caída de Assad se celebra, las familias continúan en busca de sus seres queridos desaparecidos, con la esperanza de que este nuevo capítulo en la historia de Siria les dé la respuesta que tanto han esperado.
La liberación de los prisioneros refleja el caos y las luchas en Siria, pero también una nueva oportunidad de justicia y libertad para aquellos que han sufrido bajo el yugo del régimen de Assad. A medida que los rebeldes controlan más territorios, la sociedad siria busca sanar las profundas heridas del pasado, mientras los detenidos, finalmente libres, se enfrentan a un futuro incierto.