El próximo 12 de diciembre, se iniciará la octava caravana migrante desde la frontera sur de México en menos de tres meses. Convocados a través de redes sociales y plataformas de mensajería, los migrantes planean reunirse en el Parque Bicentenario la noche anterior para iniciar su travesía hacia el norte durante la madrugada. La prioridad será proteger a mujeres, niños y personas mayores.

Desde octubre, más de 9,500 migrantes han salido en caravanas buscando llegar a Estados Unidos antes de que las políticas migratorias de Donald Trump endurezcan el acceso fronterizo. Los contingentes han variado en tamaño, desde 500 hasta 2,500 personas, provenientes principalmente de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe.

El reciente aumento en las caravanas coincide con la llegada de la nueva administración de Claudia Sheinbaum, mientras los migrantes enfrentan largas esperas en México. Muchos buscan agilizar su llegada al norte, ya sea mediante solicitudes de asilo a través de CBP One o cruzando irregularmente la frontera antes de que las restricciones se incrementen.

Organizaciones defensoras de derechos humanos advierten que las políticas migratorias más estrictas, tanto en México como en Estados Unidos, podrían exponer a los migrantes al crimen organizado. Esta situación aumenta los riesgos de quienes buscan una mejor vida en un contexto de creciente vulnerabilidad.