Internacionales
El Cártel de Sinaloa ha extendido sus operaciones a Colombia sin intermediarios
Los líderes mexicanos llegan sin armas, contratan guardaespaldas, establecen conexiones con productores y utilizan la Ruta del Pacífico para enviar drogas. En las regiones costeras del sur de México, especialmente en Chiapas, se han realizado el 94% de las confiscaciones.
El Cártel de Sinaloa está consolidando su presencia en las zonas de producción del sur del continente. Su alianza con grupos delictivos colombianos es cada vez más evidente, ya que durante los últimos cinco años ha adquirido control sobre rutas estratégicas en ese país sudamericano. Además, en muchas ocasiones, evita intermediarios para llevar cocaína desde Colombia hasta México.
No obstante, los mensajeros de la mafia mexicana ingresan discretamente, sin portar armas llamativas. Una vez dentro del territorio sudamericano, contratan guardaespaldas y entablan negociaciones directas con los productores de cocaína. Luego, los cargamentos son enviados a través de la Ruta del Pacífico.
Una investigación llevada a cabo por el periódico MILENIO en ambos países ha revelado que la conexión entre Colombia y Chiapas está emergiendo como una ruta de tráfico de drogas cada vez más robusta. Según datos proporcionados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en los últimos cinco años, el 94 por ciento de los decomisos de cocaína en los estados del Pacífico sur tuvieron lugar en Chiapas.

La Defensoría del Pueblo de Colombia, el organismo gubernamental encargado de proteger los derechos humanos, ha emitido una nueva advertencia sobre el riesgo asociado a la presencia del cartel mexicano, que ha establecido conexiones en zonas cercanas al río Magdalena y el mar Caribe. Allí ha forjado alianzas con grupos locales como el Clan del Golfo o Los Costeños, y ha extendido su influencia en los estados de Atlántico, La Guajira, Bolívar y Magdalena.
El senador colombiano del Partido Alianza Verde, Ariel Ávila Martínez, explicó en una entrevista que aunque no se tiene certeza sobre la cantidad exacta de emisarios del cartel mexicano en Colombia, los líderes de Sinaloa dominan principalmente la costa del Pacífico, en áreas como Tumaco y Buenaventura, así como en los estados de Caldas y Antioquia, en proximidad a las zonas de producción de coca.
Ávila Martínez, quien previamente ocupó el cargo de subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación y ha escrito varios libros sobre conflicto armado y crimen organizado, sostiene que los narcotraficantes mexicanos, en su mayoría los provenientes de Sinaloa, pero también algunos representantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), establecen tratos comerciales con el Clan del Golfo, Los Urabeños, Los Rastrojos y la Oficina de Envigado.
Internacionales
Trump confirma destrucción de submarino usado para tráfico de drogas en el Caribe
Washington, D.C.– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que las fuerzas estadounidenses destruyeron un submarino semisumergible que estaba siendo utilizado para el tráfico de drogas en el mar Caribe, cerca de la costa venezolana.
El ataque, realizado el 16 de octubre de 2025, dejó un saldo de seis presuntos narcotraficantes muertos y dos sobrevivientes capturados, quienes actualmente permanecen bajo custodia en un buque de la Marina de los Estados Unidos. Trump calificó a los atacantes como “narcoterroristas” y señaló que el gobierno de Nicolás Maduro ha ofrecido “todo” para evitar un enfrentamiento directo con Estados Unidos.
Estas acciones forman parte de una campaña militar estadounidense dirigida a combatir el narcotráfico en la región, que ha incluido ataques a embarcaciones vinculadas a organizaciones criminales venezolanas desde septiembre de 2025.
El gobierno de Venezuela ha reaccionado denunciando estas operaciones como violaciones a su soberanía y ha movilizado a su milicia, mientras que en Estados Unidos algunos legisladores cuestionan la legalidad de los ataques sin la aprobación del Congreso.
Trump enfatizó que las acciones buscan interrumpir las rutas de narcotráfico y desmantelar las estructuras criminales en la región, reafirmando el compromiso de su administración de mantener el control sobre el tráfico de drogas en el Caribe.
El hecho genera preocupación internacional por la escalada de operaciones militares y plantea interrogantes sobre las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, así como sobre la seguridad en la región fronteriza del Caribe.





