Internacionales
Wuhan hará pruebas de COVID-19 a sus 11 millones de habitantes

La ciudad de Wuhan ordenó a las autoridades que realicen pruebas a toda su población de 11 millones de personas después de que la ciudad central china donde comenzó la pandemia de coronavirus reportó nuevas infecciones por primera vez desde que se levantó su bloqueo.
A todos los distritos de la ciudad se les ha pedido que presenten un plan que establezca cómo se prepararán para realizar pruebas a todos los habitantes en su zona en un plazo de 10 días, según un documento del departamento de antivirus de Wuhan citado por medios estatales chinos.
Los planes deberían priorizar las pruebas de grupos vulnerables y áreas como complejos residenciales, según se cita en el documento.
Según el Gobierno local, se encontraron seis casos de transmisión local, reportados el 10 y 11 de mayo, en personas que ya estaban en cuarentena y fueron clasificadas como asintomáticas antes de dar positivo. Los seis casos surgieron de un único complejo residencial en Wuhan y fueron las primeras nuevas infecciones encontradas en la ciudad desde que se levantó el cierre el 8 de abril.
El ambicioso plan para evaluar a todos en Wuhan refleja la ansiedad de China por el resurgimiento del virus, que logró controlar mediante restricciones que bloquearon a cientos de millones de personas en su apogeo en febrero. Wuhan fue cerrado desde el 23 de enero hasta el 8 de abril en una dura prueba que vio morir a varias personas a medida que el sistema de salud local se abrumaba.
A pesar de que su gente vuelve con cautela a la vida normal, Wuhan permanece en el centro de atención mundial mientras la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, alega que el virus surgió de un laboratorio dirigido por el Instituto de Virología de Wuhan. China ha negado cualquier vínculo y el director del laboratorio dijo que ningún personal ha sido infectado, lo que refuta la teoría.
Aunque los nuevos casos en Wuhan son pocos y parecen estar bajo control, sirven como un recordatorio del riesgo que enfrenta China mientras intenta reabrir una economía que ha visto su peor contracción desde 1992.
“Siete provincias informaron nuevas infecciones en los últimos 14 días y los casos agrupados continuaron aumentando”, dijo el lunes Mi Feng, portavoz de la Comisión Nacional de Salud. China reportó solo un caso confirmado el martes, sin nuevas infecciones en Wuhan.
El esfuerzo masivo de China para evaluar el control de la pandemia en la ciudad contrasta con enfoques más estrechos en Estados Unidos y el Reino Unido, donde las pruebas se han limitado a pacientes con síntomas debido a la falta de equipos, así como al deseo de preservar esas herramientas. Las pruebas de diagnóstico no le dicen a los médicos nada acerca de una contaminación o una infección pasada, solo puede revelar si alguien está albergando el virus en el momento de la prueba.
Los temores de un resurgimiento del coronavirus en otras partes de China se pusieron de manifiesto el domingo cuando la ciudad de Shulan, en el noreste de Corea, que limita con Corea del Norte, fue bloqueada parcialmente después de descubrir 11 nuevas infecciones. Muchas ciudades en China todavía no permiten que funcionen cines y bares, y siguen vigentes fuertes restricciones contra las reuniones sociales. Se requieren máscaras faciales en el transporte público y para ingresar a tiendas e instalaciones públicas.
Internacionales
Donald Trump ordena implementar la pena de muerte en Washington D.C.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un memorándum dirigido a la fiscal general, Pam Bondi, y a la fiscal del Distrito de Columbia, Jeanine Pirro, en el que instruye la implementación “plena” de la pena de muerte en la capital estadounidense. La medida revierte la abolición de la pena capital en Washington D.C., vigente desde 1981, y busca responder a lo que la administración califica como un aumento de la criminalidad en la ciudad.
Según el memorándum, los fiscales federales deberán buscar la pena de muerte en todos los casos apropiados bajo la legislación federal, particularmente en delitos graves como homicidios y asesinatos de agentes de policía. Además, se indica que ejercerán jurisdicción federal para garantizar la aplicación de la pena capital, en lo que la administración Trump considera una acción necesaria para mantener la seguridad.
La decisión ha generado un amplio debate. Expertos legales y organizaciones de derechos civiles han expresado su preocupación por la posible violación del derecho de autogobernanza de Washington D.C., cuya población ha rechazado la pena de muerte en referendos anteriores. También se cuestiona el impacto de esta medida sobre las normas legales y la autonomía local.
Esta acción forma parte de una serie de iniciativas del gobierno de Trump para expandir el uso de la pena de muerte a nivel federal, incluyendo la reactivación de ejecuciones federales tras la pausa durante la administración de Joe Biden. La medida consolida un cambio significativo en la política criminal de la capital estadounidense y promete generar un intenso debate jurídico y político en los próximos meses.