Tras el empate dado el 16 de septiembre del año pasado en la Vegas entre GGG y Saúl “el canelo” Álvarez, se vuelven a ver las caras este fin de semana con la intención de que uno de los dos levante el brazo con el triunfo de la pelea.

A pesar, de ser una pelea llamativa, se ha encontrado envuelta en múltiples escándalos. El primero de ellos, fue el caso de dopaje por parte de Álvarez lo cual hizo que la primera fecha pactada para la revancha, 5 de mayo, fuera suspendida junto con la licencia del “Canelo”. Tras los exámenes, Saúl resultó positivo con cantidades bajas de clembuterol en la sangre.

“Estoy molesto con el equipo de Canelo. Las excusas que dieron (referido al problema del dopaje), su actitud y la reacción de Canelo demostraron que no tienen respeto por el deporte ni por los fanáticos. Ellos son falsos” mencionó GGG al arremeter contra Saúl y afirmar que había perdido “todo respeto” a Álvarez.

Sobre el mismo problema, Golovkin afirma que el boxeador mexicano cuenta con marcas de inyecciones en su cuerpo y que pueden ser muestra del dopaje. “Por todos lados, en los bíceps, el estómago, podías ver las marcas por todo su cuerpo, pero ahora mismo es lo último en lo que estoy preocupado. Ahora estoy centrado en la pelea”. Señaló el boxeador de Kazajistán.

Por otro lado, el equipo de GGG protestó hace días que la marca mexicana “NO BOXING NO LIFE”, no está registrada y que no se debería permitir que el canelo los use el día de la pelea. La marca de guantes si se podrá usa para la pelea de “Golden Boy” transmitida por ESPN, el 13 de septiembre.

Expertos aseguran que el mexicano tiene más posibilidades de ganar este segundo episodio de la pelea pues es más joven que GGG.