Nacionales
Se rompe el bloque mayoritario en la Corte tras la salida del ministro Luis María Aguilar Morales

Este 30 de noviembre, el ministro Luis María Aguilar Morales concluyó su mandato en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), dejando un vacío que afectará la estabilidad interna del tribunal. Su salida marca el fin de un bloque mayoritario clave que había frenado reformas impulsadas por el Gobierno Federal, incluidas aquellas que podrían violar la Constitución. Con su retiro, la Corte enfrenta un escenario de mayor división.
Aguilar Morales formaba parte de una mayoría calificada de ocho votos, junto con figuras como Norma Piña y Jorge Mario Pardo Rebolledo, los cuales eran esenciales para determinar la constitucionalidad de reformas importantes. Su salida debilita esta mayoría, que recientemente abordó temas delicados, como la prisión preventiva oficiosa y la reforma electoral del INE.
En su último día, Aguilar Morales expresó su preocupación sobre el impacto de la reforma judicial promovida por el gobierno, que podría poner en peligro la independencia y la imparcialidad de los jueces. Criticó abiertamente los riesgos de los “poderes fácticos” que, según él, podrían influir sobre el trabajo judicial, algo que consideró un retroceso para la justicia en México.
La fractura interna también se ve reflejada en la Segunda Sala, que ahora enfrentará decisiones clave en materia administrativa y laboral con un número reducido de ministros. La salida de Aguilar Morales coincide con tensiones previas en la Corte, como la división sobre la reforma judicial, y resalta el complejo futuro que enfrenta la institución.
Luis María Aguilar, quien dedicó 55 años de su vida al servicio público, destacó por su independencia y su legado de decisiones clave, como la despenalización parcial del aborto en México. Su partida pone fin a una era en la Corte, marcada por su compromiso con una judicatura autónoma y libre de presiones políticas.
Nacionales
No se negocia la ley: Claudia Sheinbaum reafirma cobro justo de impuestos

La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró este lunes que en su gobierno no habrá negociaciones “en lo oscurito” para reducir el pago de impuestos, dejando claro que cada contribuyente debe cumplir con lo que le corresponde por ley.
En conferencia de prensa desde Palacio Nacional, la mandataria federal recordó que en el pasado existieron mecanismos de consolidación fiscal que permitían a grandes empresas minimizar su carga tributaria, pero advirtió que esos tiempos han quedado atrás.
“Esto no es un asunto de negociación en lo oscurito, esos tiempos ya quedaron en el pasado. Sentarnos a negociar qué sí y qué no… eso no va a ocurrir. Como decía Benito Juárez: nada ni nadie por encima de la ley. Se llama Estado de derecho para todas y todos”, enfatizó.
Sheinbaum explicó que su administración no realizará mesas técnicas ni acuerdos discrecionales, aunque aclaró que el derecho de audiencia de los contribuyentes se mantiene intacto.
“Las puertas del SAT siempre estarán abiertas para cualquier persona, pero la ley es la ley”, subrayó la presidenta, descartando que esta postura represente autoritarismo.
La jefa del Ejecutivo insistió en que el objetivo es garantizar un sistema fiscal equitativo, donde empresas y ciudadanos paguen lo que les corresponde, fortaleciendo así las finanzas públicas y evitando privilegios que antes beneficiaban a unos cuantos.