Ciencia y Tecnología
Samsung lanzó sus nuevos teléfonos plegables con inteligencia artificial y el nuevo Galaxy Ring.
En medio de un verano inusual, Samsung presentó sus nuevos productos para la segunda mitad del año de una manera también un tanto inusual. Esta vez, la ciudad elegida fue París. Una París llena de turistas, por estar en plena temporada alta, y que está a solo dos semanas de convertirse en la capital mundial del deporte al ser sede de los Juegos Olímpicos 2024.
Así, una hermosa locación cerca del célebre museo de Louvre fue el escenario en donde la marca surcoreana confirmó la llegada de siete nuevos productos, entre los que destaca el Galaxy Ring, una nueva generación de ‘wearables’ que promete revolucionar la industria. Y El Comercio estuvo presente, en exclusiva, como único medio invitado desde el Perú.
Una de las particularidades de este evento es que, debido a la gran concurrencia de público a esta ciudad en esta época del año, esta vez cuenta con una menor presencia de periodistas, creadores de contenidos y de influencers. ¿Por qué se eligió París? Porque Samsung quiso recordarle al mundo que desde hace 26 años es socio mundial del Comité Olímpico Internacional y, con motivo de estos Juegos Olímpicos, hace hincapié en su espíritu por superar los límites.
El Comercio pudo participar de una sesión previa a la presentación oficial, en la que conoció más de cerca todos los dispositivos presentados, todos repotenciados con la nueva Galaxy IA. Aunque pudiera parecer que el uso de la inteligencia artificial es una simple moda, Samsung asegura que tiene como objetivo final que la IA mejore la vida de todas las personas. Los equipos presentados fueron:
- Galaxy ZFold 6
- Galaxy ZFlip 6
- Galaxy Watch 7
- Galaxy Watch Ultra
- Galaxy Buds 3
- Galaxy Buds 3 Pro
- Galaxy Ring
Ciencia y Tecnología
La NASA alerta sobre el agujero de la capa de ozono que es tres veces el tamaño de Estados Unidos
La NASA reporta que el agujero en la capa de ozono sobre la Antártida alcanzó su extensión máxima de 22.4 millones de kilómetros cuadrados el 28 de septiembre de 2024, aproximadamente tres veces el tamaño de Estados Unidos. Aunque su tamaño sigue siendo considerable, representa el séptimo más pequeño desde 1992, lo que apunta a una recuperación lenta, pero constante, atribuida a los esfuerzos globales contra los químicos dañinos.
El Protocolo de Montreal, firmado en 1987, ha sido clave en la disminución de los clorofluorocarbonos (CFC), sustancias que agotan el ozono. Según Paul Newman, científico de la NASA, la reducción progresiva del agujero de ozono indica que los acuerdos internacionales están dando resultados. La combinación de menores emisiones de CFC y la transferencia de ozono desde el hemisferio norte está ayudando a la estabilización de la capa de ozono.
Las fuentes de CFC incluyen refrigerantes en aires acondicionados y aerosoles como lacas y pinturas en spray, todos ellos regulados desde el acuerdo. Stephen Montzka, de la NOAA, advirtió que aunque el progreso es alentador, la capa de ozono aún no está completamente recuperada. Aún así, la reducción de estos productos químicos en la atmósfera ha demostrado ser efectiva para frenar la destrucción del ozono.
Investigadores de la NASA y la NOAA monitorean el agujero a través de satélites y globos meteorológicos, registrando niveles de ozono de apenas 109 unidades de Dobson este octubre. De mantenerse las tendencias actuales, los científicos estiman una recuperación completa de la capa de ozono para 2066, logrando un importante éxito en la cooperación internacional para el medio ambiente.