Internacionales
Rescatan a 15 personas secuestradas por secta religiosa en Panamá

La policía de Panamá rescató a 15 personas, incluidos algunos niños, que permanecían retenidas por una secta religiosa en la comarca indígena Ngäbe Buglé, una zona indígena de difícil acceso en el Caribe, informó este martes el gobierno.
Esta operación de la policía nacional y la fiscalía, “se dio con la captura de 10 miembros de la secta” conocida como La Nueva Luz de Dios, indicó el Ministerio de Seguridad Pública en su cuenta de la red Twitter.
El ministerio reveló imágenes con ambulancias y policías bajando de un helicóptero y colocando en una camilla a una de las personas liberadas.
Guillermo Arrocha, de la Caja del Seguro Social, informó a periodistas que entre los liberados hay siete niños y dos mujeres embarazadas que han necesitado ser atendidos por personal médico. Algunos de los rescatados presentan golpes y quemaduras, según Arrocha.
“Estamos hablando de un tema complejo, de un grupo que se dedicaba a maltratar y cometer actos criminales en contra de la comunidad”, declaró el fiscal superior regional de las provincias de Chiriquí y Bocas del Toro, Rafael Baloyes .
Dijo que un equipo de la fiscalía se ha desplazado al lugar para verificar la existencia de alguna fosa donde habrían sepultado otras posibles víctimas.
La operación policial tuvo lugar en la comunidad de Alto Terrón de Santa Catalina de la comarca Ngäbe Buglé, a unos 250km de la capital, Ciudad de Panamá.
Según medios locales, las víctimas presentaban golpes y heridas, y algunas estaban amarradas.
Dos personas que fueron atendidas recientemente en un hospital de la provincia de Veraguas habían denunciado exorcismos por parte de la secta.
El pasado 5 de diciembre las autoridades panameñas detuvieron a 17 extranjeros, entre ellos dos niños, supuestamente integrantes de otra secta religiosa, en un operativo realizado en la localidad costera de San Carlos, a unos 75 kilómetros al oeste de Ciudad de Panamá.
Internacionales
Donald Trump ordena implementar la pena de muerte en Washington D.C.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un memorándum dirigido a la fiscal general, Pam Bondi, y a la fiscal del Distrito de Columbia, Jeanine Pirro, en el que instruye la implementación “plena” de la pena de muerte en la capital estadounidense. La medida revierte la abolición de la pena capital en Washington D.C., vigente desde 1981, y busca responder a lo que la administración califica como un aumento de la criminalidad en la ciudad.
Según el memorándum, los fiscales federales deberán buscar la pena de muerte en todos los casos apropiados bajo la legislación federal, particularmente en delitos graves como homicidios y asesinatos de agentes de policía. Además, se indica que ejercerán jurisdicción federal para garantizar la aplicación de la pena capital, en lo que la administración Trump considera una acción necesaria para mantener la seguridad.
La decisión ha generado un amplio debate. Expertos legales y organizaciones de derechos civiles han expresado su preocupación por la posible violación del derecho de autogobernanza de Washington D.C., cuya población ha rechazado la pena de muerte en referendos anteriores. También se cuestiona el impacto de esta medida sobre las normas legales y la autonomía local.
Esta acción forma parte de una serie de iniciativas del gobierno de Trump para expandir el uso de la pena de muerte a nivel federal, incluyendo la reactivación de ejecuciones federales tras la pausa durante la administración de Joe Biden. La medida consolida un cambio significativo en la política criminal de la capital estadounidense y promete generar un intenso debate jurídico y político en los próximos meses.