Internacionales
Reino Unido conmemora el primer aniversario de difunta de la Reina Isabel II sin grandes eventos
A un año de la partida de la reina Isabel II y su sucesión en el trono, el rey Carlos III la honró en una íntima ceremonia en una pequeña iglesia. Mientras tanto, en todo el Reino Unido se escucharon los cañones, aunque no se celebró ningún evento de gran envergadura en su memoria.
Por la mañana, el rey Carlos III y la reina Camila, vestidos con un kilt de tartán rojo, visitaron la pequeña iglesia de Crathie Kirk, lugar habitual de culto de la familia real en la finca de Balmoral, Escocia, donde la reina solía pasar los veranos. Allí, participaron en una oración y conversaron con los empleados del castillo.
“Es un día triste”, compartió Ross Nichol, un estudiante de 22 años presente en el lugar que vio pasar el cortejo fúnebre de Isabel II, monarca durante 70 años. “La reina hizo muchas cosas buenas y ocupaba un lugar importante en el mundo”, añadió Nicole Hoppe, una turista de Múnich.
Carlos III expresó en un mensaje grabado para el aniversario: “Recordamos con gran afecto su larga vida, su devoto servicio y todo lo que significó para tantos de nosotros”, agradeciendo también el apoyo en su primer año como monarca.
Desde Hyde Park y la Torre de Londres hasta Belfast y Edimburgo, se dispararon salvas de cañón para conmemorar el aniversario. Las campanas de la abadía de Westminster sonaron al mediodía en la capital inglesa, y algunos visitantes dejaron flores en el palacio de Buckingham, donde hace un año la bandera ondeaba a media asta para anunciar la muerte de la querida monarca.
Un nuevo capítulo comenzaba en el Reino Unido y las otras 14 naciones donde el soberano británico es jefe de Estado, con el ascenso al trono de Carlos III a sus 73 años (74 actualmente).
El gobierno anunció recientemente que en 2026, en el centenario del nacimiento de Isabel II, se presentará un proyecto de “memorial permanente”. El primer año como monarca de Carlos III estuvo lleno de novedades, incluyendo el nombramiento de un nuevo primer ministro, su primer discurso navideño, su primera visita de Estado a Alemania y encuentros con jefes de Estado extranjeros.
Internacionales
Hallazgos arqueológicos revelan el consumo de cocaína en Europa desde el siglo XVII
Investigadores han descubierto evidencia de consumo de cocaína en la cripta de un antiguo hospital en Milán, sugiriendo que los europeos estaban consumiendo hojas de coca desde el siglo XVII, mucho antes de que la droga fuera aislada por un químico alemán. Gaia Giordano, estudiante de posgrado, lideró el análisis de cráneos y tejidos cerebrales de nueve personas enterradas en la cripta del hospital Ca’ Granda. Los resultados, que se publicarán en el Journal of Archaeological Science, indican que al menos dos individuos masticaron hojas de coca, lo que marca la prueba más antigua de consumo de cocaína en la Europa premoderna.
Los hallazgos apuntan a que los milaneses pudieron haber tenido acceso a las mismas hojas de coca utilizadas por civilizaciones sudamericanas para aliviar el dolor y aumentar la energía. Aunque no se conoce con certeza cómo la planta llegó a Europa, se especula que los colonizadores españoles, atraídos por las propiedades analgésicas de la cocaína, pudieron haber introducido las hojas como un remedio. Christine VanPool, antropóloga de la Universidad de Misuri, sugiere que es plausible que un español enfermo decidiera probar las hojas en busca de alivio.
Benjamin Breen, historiador de la Universidad de California, también apoya la idea de que la coca pudo haber llegado a Europa como un producto médico curioso. La cripta de Ca’ Granda, que contiene unos 2.9 millones de huesos, es considerada un centro de comercio que pudo haber recibido la planta antes que otras ciudades europeas. Los documentos históricos indican que los viajeros europeos del siglo XVI ya habían notado el uso de las hojas de coca entre las civilizaciones indígenas.
A pesar del escepticismo inicial sobre los hallazgos, Breen encontró respaldo en relatos históricos, como los del misionero español José de Acosta, quien observó el uso de hojas de coca en América del Sur. Este contexto histórico refuerza la idea de que la planta fue vista como un producto medicinal. En cuanto a los restos analizados, se determinó que uno de los consumidores era un hombre de entre 30 y 45 años que padecía sífilis, aunque no se pudo establecer la condición de la otra persona.
Los investigadores concluyen que el consumo de cocaína podría haber sido tanto recreativo como medicinal. Sin embargo, los registros del hospital no indican que se proporcionaran hojas de coca como tratamiento oficial. En cambio, un estudio previo sugirió que el uso de productos derivados de la amapola real fue un tratamiento médico reconocido en Ca’ Granda. Esto sugiere que la cocaína podría haber sido utilizada de manera no oficial entre los pacientes del hospital.