La “ola” de asesinatos violentos del jueves pasado se debe a la pugna de bandas locales por el control del “huachicoleo” y el narcomenudeo y no fueron cometidos por cárteles de la droga o delincuencia organizada con operatividad nacional, aseguró Fernando Valenzuela Pernas, titular de la Fiscalía General del Estado (FGE).

Detalló que ese enfrentamiento por el control de territorios lo están resintiendo principalmente los municipios de la zona de La Chontalpa.

Esa lucha territorial, añadió, se generó a partir de un evento delictivo que ocurrió el pasado 31 de diciembre en Paraíso, que a su vez está relacionado con otro acto delincuencial que sucedió en Cunduacán, pero no dio más detalles.

En ese sentido, reiteró, por lo menos cinco homicidios dolosos registrados el jueves 7 de junio están relacionados o la línea de investigación principal es la guerra entre bandas locales para controlar el tráfico y comercialización ilegal de gasolinas y la venta al menudeo de drogas.

“La principal línea de investigación que traemos nosotros en la mayoría de los casos de homicidios dolosos (…) y que hemos venido sustentando es que hay una pugna muy fuerte de bandas locales por dos delitos principalmente: el huachicol y el narcomenudeo”, puntualizó.

Aunque no precisó el número de carpetas de investigación abiertas por “huachicoleo” ya que se trata de un delito federal, reconoció que esta actividad ilícita es, “sin lugar a dudas”, generadora de violencia.

Remarcó, no obstante, que con base en investigaciones realizadas por los equipos de inteligencia de los cuerpos policiales especializados, se descarta que en Tabasco haya cárteles nacionales operando.

“No lo digo yo, nosotros (lo decimos) a partir de los indicios que tenemos, pero no solamente lo digo a nombre de la Fiscalía, sino a nombre del Grupo de Coordinación (integrado por la Marina, el Ejército, la Policía Federal, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional y las fuerzas estatales)”, declaró.

Explicó que en los casos donde los criminales dejan cartulinas, cartones o mantas adjudicando los homicidios dolosos o ejecuciones a cárteles de la droga nacionales, el objetivo es intentar desviar o “distraer” las investigaciones.

“En alguna ocasión se abusó de lo que eran las siglas de Pueblos Unidos Contra la Delincuencia (PUCD) cuando incursionaba en Tabasco en 2013 y 2014 un cártel de Michoacán, y luego en la investigación de homicidio doloso nos dimos cuenta que eran los mismos integrantes que traían reacomodos de bandas por el narcomenudeo y usaban esos nombres”, ejemplificó.

Explicó, en ese sentido, que hay que diferenciar cuando en las investigaciones se establece la presencia del “crimen o delincuencia organizada” en relación directa con cárteles de la droga con operatividad nacional, y la actividad vinculada a las bandas locales.

“Nosotros hemos hablado (que no hay presencia de cárteles), no de delincuencia organizada (…)”, dijo.

— ¿Y la delincuencia que ha dicho que opera aquí…?

— Siempre hemos dicho que es local, puntualizó.