Internacionales
Periodistas exigen a Rusia liberación del reportero de The Wall Street Journal
Más de 300 periodistas extranjeros con experiencia en Rusia exigieron al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, la liberación del corresponsal de The Wall Street Journal detenido por espionaje, Evan Gershkovich.
“Estamos consternados y horrorizados por el arresto de nuestro colega y por los cargos que se le han presentado. Llamamos a las autoridades rusas a retirar los cargos y liberar inmediatamente a Evan Gershkovich“, señala la carta abierta firmada por corresponsales de más de una veintena de países.
La misiva, firmada por corresponsales que trabajaron en este país desde 1964 hasta la actualidad, destaca el impresionante historial periodístico del detenido, cuya detención envía una “peligrosa señal” sobre “el desprecio del periodismo independiente” por parte de Rusia.
“No tenemos duda de que el único objetivo e intención de su trabajo era informar a sus lectores sobre la realidad actual en Rusia. Recabar información, incluso si va en contra de los intereses políticos, no convierte a Evan en un criminal o un espía, sino en un periodista. El periodismo no es un crimen“, subraya.
Hace una semana el Tribunal Urbano de Moscú rechazó la apelación contra el arresto del corresponsal estadounidense y le mantuvo dos meses en prisión preventiva.
Entonces, al tribunal acudió la embajadora de Estados Unidos en Rusia, Lynne Tracy, que pudo visitar un día antes a su conciudadano tras recibir la autorización de Moscú.
“La acusación no se basa en nada y seguiremos exigiendo a Rusia que le libere”, aseguró la embajadora.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) acusó formalmente de espionaje al periodista estadounidense el pasado día 7 de abril.
Decenas de periodistas independientes rusos escribieron una carta demandando su liberación y calificando de gratuita la acusación de espionaje en virtud del artículo 276 del código penal, cargo que acarrea hasta 20 años de cárcel.
Tanto la Casa Blanca como The Wall Street Journal han negado las acusaciones de las fuerzas de seguridad rusas contra su corresponsal y han exigido su liberación inmediata.
El Kremlin ha instado a Washington a no politizar el caso y a los embajadores extranjeros a no inmiscuirse en los intereses internos de Rusia.
El pasado 17 de abril en la ONU cerca de medio centenar de países exigieron a Rusia en una declaración liberar sin condiciones al periodista y “poner fin a la represión draconiana de la libertad de expresión, incluida contra miembros de la prensa”.
Internacionales
Trump confirma destrucción de submarino usado para tráfico de drogas en el Caribe
Washington, D.C.– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que las fuerzas estadounidenses destruyeron un submarino semisumergible que estaba siendo utilizado para el tráfico de drogas en el mar Caribe, cerca de la costa venezolana.
El ataque, realizado el 16 de octubre de 2025, dejó un saldo de seis presuntos narcotraficantes muertos y dos sobrevivientes capturados, quienes actualmente permanecen bajo custodia en un buque de la Marina de los Estados Unidos. Trump calificó a los atacantes como “narcoterroristas” y señaló que el gobierno de Nicolás Maduro ha ofrecido “todo” para evitar un enfrentamiento directo con Estados Unidos.
Estas acciones forman parte de una campaña militar estadounidense dirigida a combatir el narcotráfico en la región, que ha incluido ataques a embarcaciones vinculadas a organizaciones criminales venezolanas desde septiembre de 2025.
El gobierno de Venezuela ha reaccionado denunciando estas operaciones como violaciones a su soberanía y ha movilizado a su milicia, mientras que en Estados Unidos algunos legisladores cuestionan la legalidad de los ataques sin la aprobación del Congreso.
Trump enfatizó que las acciones buscan interrumpir las rutas de narcotráfico y desmantelar las estructuras criminales en la región, reafirmando el compromiso de su administración de mantener el control sobre el tráfico de drogas en el Caribe.
El hecho genera preocupación internacional por la escalada de operaciones militares y plantea interrogantes sobre las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, así como sobre la seguridad en la región fronteriza del Caribe.





