En el zoológico de Phuket en Tailandia, un pequeño elefante de tres años de edad era obligado a bailar y actuar para los turistas, presentando un alto nivel de desnutrición.

“Dumbo” se llamaba y murió después de fracturarse las dos patas traseras al intentar salir de un lodazal, producto de la fragilidad de sus huesos.

Y es que el personas tardo tres días en levarlo al Hospital de Elefantas de Krabi, donde tristemente murió.

La noticia fue dada a conocer por la ONG Moving Animal, quien comenzó a circular fotos y vídeos en los que se puede ver el aspecto enfrermo y extremadamente delgado de Dumbo.

“Su cuerpo esquelético sugiere claramente que el animal no recibía el cuidado adecuado, que sufría de malnutrición y que era explotado constantemente”, explica Moving Animals.

Por su parte, el director del zoológico Don Pichai, aseveró que el animal no se encontraba en malas condiciones y alegó sentirse profundamente triste por la muerte del paquidermo.

“Nadie quiere perder algo que quiere y es valioso. El animal valía más de 30 mil euros”, explicó Pichai.

Lo indignante es que según las leyes locales, no hubo ninguna irregularidad en la muerte de este bebé elefante y el zoo es perfectamente libre de comprar otra cría para sustituírlo.

Moving Animal cree que este grave nivel de negligencia podría repetirse y ha comenzado una colecta de firmas para cerrar definitivamente el zoológico.