Un doctor y su familia tuvieron que huir golpeados de su tierra natal, Ahuirán, Paracho, Michoacán, porque “ser médico se ha convertido en un delito en este país”, denunció el hijo del profesionista.

En un video publicado en sus redes sociales, Salvador Jasso, hijo del médico, narró que la tarde del lunes, un grupo de personas encapuchadas y ebrias tocó en su domicilio.

Contó que, al abrir la puerta, preguntaron por su padre, quien horas antes había atendido a una persona con síntomas de neumonía atípica que no podía respirar.

El médico, al detectar que se trataba de síntomas parecidos a los del coronavirus, solo le pudo inyectar dexametazona para desinflamarle las vías respiratorias.

Explicó que, posteriormente, envió al paciente –con sus familiares- a un hospital de la región para que fuera atendido, como lo establecen los protocolos.

Salvador Jasso platicó en la grabación de casi cuatro minutos que más tarde el paciente murió, lo que provocó la furia de sus familiares, quienes regresaron a reclamarle.

Expuso que las personas identificadas como comuneros de Ahuirán les echaban en cara que, supuestamente, su padre le aplicó una inyección para que se muriera (al paciente).

“Díganme ustedes si no es una gran estupidez, de gente ignorante”, señaló enfático el hijo del médico.