Nacionales
Hombre celebra 114 años de edad en Colima
Elías Chávez Álvarez, un hombre que habita en un asilo de ancianos en Manzanillo, Colima, celebró esta semana su cumpleaños número 114, convirtiéndose en una de las personas más longevas de acuerdo con los últimos registros del Récord Guinness.
En Facebook, el Asilo de Ancianos de Manzanillo IAP indicó que Elías nació el 12 de noviembre de 1908; sin embargo, le celebraron su cumpleaños el martes el martes pasado.
Destacó que el hombre vive en el asilo desde hace varios años y le gusta contar historias sobre su juventud, la época de la Revolución y que disfrutaba andar en caballo.
El asilo mencionó que incluso el año pasado estuvo planeando una salida al campo, aunque no fue posible realizar el viaje; no obstante durante la celebración de su cumpleaños comió pastel, cantó y estuvo muy alegre.
“Nuestro querido Elías, quién vive desde hace unos años en el Asilo de Ancianos de Manzanillo, canto, estuvo alegre y degusto su delicioso pastel. ¡Estuvo muy contento! Le gusta compartir sus experiencias y nos ha regalado grandes momentos, nos plática de la revolución, de como arreaba vacas y disfrutaba a de andar a caballo, en la actualidad persiste su gusto por usar sombrero, y tiene varios que le han ido regalando en las navidades.
De acuerdo con los últimos registros de el Récord Guinness, Elías no es la persona más longeva del mundo o la historia, pero si se acerca a la edad de las personas que han obtenido el reconocimiento.
En la página del Récord se indica que hasta ahora, la persona más longeva del mundo fue Jeanne Louise Calment, una mujer francesa que falleció en 1997 a los 122 años.
Mientras que la última persona en tener el título de La persona más longeva con vida, fue Kane Tanaka, una mujer en Japón que falleció en abril del 2022 a los 119 años de edad.
Nacionales
Restaurante flotante reactiva economía y se convierte en punto de encuentro en Coatzacoalcos
El arribo de un restaurante flotante a las playas de Coatzacoalcos no solo despertó curiosidad entre los habitantes, sino que también ha contribuido a reactivar la economía local.
Decenas de familias han acudido al malecón costero para tomarse fotos, convivir y disfrutar del ambiente, mientras comerciantes de nieve, cocos, chicharrones y antojitos aprovechan el incremento en la afluencia de visitantes.
Lo que en un inicio llegó como consecuencia de las inundaciones en el norte del estado, hoy se ha transformado en un espacio de reunión familiar y atractivo turístico improvisado en la ciudad.





