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Holanda avaló eutanasia a personas con demencia avanzada

El tribunal supremo de Holanda dijo el martes que los médicos podrán aplicar la eutanasia a aquellos enfermos con demencia avanzada que hayan dejado instrucciones específicas escritas previamente.
El fallo del máximo tribunal en realidad dio forma de ley a una práctica que ya ha sido aplicada en raras ocasiones en el país.
El grupo NVVE, que defiende la eutanasia, reaccionó positivamente a la decisión, diciendo en una declaración que ayudará a los médicos “a sentirse fortalecidos y apoyados si deben aplicar eutanasia a un paciente con demencia”.
El caso debatido en el tribunal supremo se centró en la absolución el año pasado de un médico que en 2016 le aplicó eutanasia a una paciente de 74 años.
En el juicio en La Haya, los fiscales argumentaron que había indicios de que la mujer pudiera haber cambiado de parecer desde que declaró su deseo de ser sometida a eutanasia en una declaración escrita.
“El tribunal falló que el médico actuó con el cuidado debido y por lo tanto no estaba sujeto a penalización”, dijo el juez del tribunal supremo Willem van Schendel. “De acuerdo con el tribunal supremo, la corte no cometió ningún error en su fallo”.
Los casos de eutanasia entre las personas con demencia avanzada son extremamente raros. Hasta el año pasado había habido menos de 20 casos desde que el procedimiento fue autorizado en 2002.
Según la ley holandesa, las personas son elegibles para eutanasia si hacen un pedido voluntario y bien ponderado y si su sufrimiento es irremediablemente “insoportable”. Los enfermos pueden escribir un pedido para que sea ejecutado en el futuro, en una directiva que debe especificar bajo cuáles condiciones quieren que suceda. Los médicos también deben solicitar el consejo de al menos otro médico independiente antes de aplicar la eutanasia.
Van Schendel dijo que en los casos de demencia se debe solicitar el consejo no de uno, sino de dos médicos independientes.
Internacionales
Donald Trump ordena implementar la pena de muerte en Washington D.C.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un memorándum dirigido a la fiscal general, Pam Bondi, y a la fiscal del Distrito de Columbia, Jeanine Pirro, en el que instruye la implementación “plena” de la pena de muerte en la capital estadounidense. La medida revierte la abolición de la pena capital en Washington D.C., vigente desde 1981, y busca responder a lo que la administración califica como un aumento de la criminalidad en la ciudad.
Según el memorándum, los fiscales federales deberán buscar la pena de muerte en todos los casos apropiados bajo la legislación federal, particularmente en delitos graves como homicidios y asesinatos de agentes de policía. Además, se indica que ejercerán jurisdicción federal para garantizar la aplicación de la pena capital, en lo que la administración Trump considera una acción necesaria para mantener la seguridad.
La decisión ha generado un amplio debate. Expertos legales y organizaciones de derechos civiles han expresado su preocupación por la posible violación del derecho de autogobernanza de Washington D.C., cuya población ha rechazado la pena de muerte en referendos anteriores. También se cuestiona el impacto de esta medida sobre las normas legales y la autonomía local.
Esta acción forma parte de una serie de iniciativas del gobierno de Trump para expandir el uso de la pena de muerte a nivel federal, incluyendo la reactivación de ejecuciones federales tras la pausa durante la administración de Joe Biden. La medida consolida un cambio significativo en la política criminal de la capital estadounidense y promete generar un intenso debate jurídico y político en los próximos meses.