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Estudiante de Medicina de los Andes se suicida, tras años de acoso y humillaciones

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En una triste y desgarradora noticia, Johan Sebastián Castellanos Romero, un estudiante de Medicina de 20 años de la Universidad de los Andes en Bogotá (Colombia), decidió terminar con su vida después de ser víctima de un constante acoso y matoneo por parte de compañeros y docentes, según revelaciones hechas por su familia.

Esta tragedia ha vuelto a poner de relieve la problemática del acoso en el entorno académico, en paralelo a otros incidentes en la Universidad Javeriana, donde una residente médica, Catalina Gutiérrez, también se suicidó.

Johan, originario de Paipa en Boyacá, había ganado una beca del programa Generación E del Ministerio de Educación, lo que le permitió matricularse en una de las universidades más prestigiadas del país. Sin embargo, la beca no cubría todos sus gastos, lo que lo llevó a trabajar mientras se veía obligado a posponer varios semestres, generando un ambiente de burlas y aislamiento por parte de sus compañeros, según lo indicado por su familia.

La situación se volvió aún más crítica cuando se le acusó de ser el responsable de un correo anónimo que alertaba sobre irregularidades en los exámenes de Patología, lo que, según su familia, intensificó el acoso a manos de los estudiantes y la hostilidad por parte de ciertos docentes: “Él me decía que se sentía presionado, que no tenía a nadie, que lo rechazaban constantemente, y que había un grupo de profesores, especialmente una docente, que lo maltrataba y lo hacía sentir mal. Le gritaba en público que era fácil deshacerse de él. Sus compañeros lo acosaban y evitaban trabajar con él. Esa situación lo llevó a una depresión que cada vez se profundizaba”, narró Oliva Romero, la madre de Johan, en entrevista con un medio colombiano.

A la presión académica se le sumaron problemas de salud mental. En mayo de 2023, Johan buscó asistencia en la Clínica Montserrat para abordar su depresión, recibiendo atención psiquiátrica que fue notificada a la universidad. Sin embargo, su familia señala que el acoso y el rechazo persistieron incluso después de buscar ayuda.

Antes de tomar la drástica decisión, Johan Sebastián grabó un video donde explicaba su situación y pedía disculpas a su madre. Pese a ser eliminado poco después por violar las normas de contenido de la plataforma donde se compartió, varios medios lograron recuperar parte del material. En sus emotivas palabras, mencionó: “Hola, esta es mi despedida. Aunque hice una lista de cosas que quería decir, es casi imposible. Empiezo por mi mamá: te amo y perdón. Ya no puedo seguir. A mis pocos amigos, gracias por estar ahí”, comentarios que fueron resaltados en el medio.

Después de su muerte, un amigo cercano entregó a la madre de Johan una lista que incluía nombres de presuntos acosadores, lo que agregó más dolor a su pérdida. La Universidad de los Andes, que ha sido contactada en numerosas ocasiones para ofrecer una declaración, se ha limitado a presentar un informe general sobre sus políticas contra el acoso, sin abordar el caso particular de Castellanos. Ante la falta de respuestas concretas, la familia decidió contratar al abogado Felipe Alzate para investigar el caso, quien se comprometió a examinar las pruebas y averiguar la responsabilidad de los involucrados y la institución.

Este lamentable suceso ha cobrado relevancia pública en un contexto donde la conmoción por el suicidio de Catalina Gutiérrez también ha puesto en la mira las denuncias sobre abuso y la sobrecarga laboral en el ámbito universitario. Los testimonios de estudiantes y profesionales de la salud sobre el maltrato en sus entornos educativos continúan acumulándose, un problema que, según el Gobierno nacional, refleja una “crisis profunda en la política pública”.

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Trump confirma destrucción de submarino usado para tráfico de drogas en el Caribe

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Washington, D.C.– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que las fuerzas estadounidenses destruyeron un submarino semisumergible que estaba siendo utilizado para el tráfico de drogas en el mar Caribe, cerca de la costa venezolana.

El ataque, realizado el 16 de octubre de 2025, dejó un saldo de seis presuntos narcotraficantes muertos y dos sobrevivientes capturados, quienes actualmente permanecen bajo custodia en un buque de la Marina de los Estados Unidos. Trump calificó a los atacantes como “narcoterroristas” y señaló que el gobierno de Nicolás Maduro ha ofrecido “todo” para evitar un enfrentamiento directo con Estados Unidos.

Estas acciones forman parte de una campaña militar estadounidense dirigida a combatir el narcotráfico en la región, que ha incluido ataques a embarcaciones vinculadas a organizaciones criminales venezolanas desde septiembre de 2025.

El gobierno de Venezuela ha reaccionado denunciando estas operaciones como violaciones a su soberanía y ha movilizado a su milicia, mientras que en Estados Unidos algunos legisladores cuestionan la legalidad de los ataques sin la aprobación del Congreso.

Trump enfatizó que las acciones buscan interrumpir las rutas de narcotráfico y desmantelar las estructuras criminales en la región, reafirmando el compromiso de su administración de mantener el control sobre el tráfico de drogas en el Caribe.

El hecho genera preocupación internacional por la escalada de operaciones militares y plantea interrogantes sobre las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, así como sobre la seguridad en la región fronteriza del Caribe.

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