Internacionales
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, murió el domingo en un accidente de helicóptero

El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, falleció el domingo en un accidente de helicóptero junto con otras siete personas, entre ellas el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian. La televisión estatal confirmó que no hubo “señales de vida” en el lugar del siniestro, donde la nave realizó un aterrizaje forzoso debido a la densa niebla en la región norte del país.
Raisi se dirigía a inaugurar un proyecto hidroeléctrico en Azerbaiyán Oriental, en la frontera noroeste de Irán. El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, se despidió de Raisi antes de que el helicóptero partiera hacia Tabriz, donde el mandatario iraní planeaba inspeccionar una refinería de petróleo. La densa niebla y la lluvia dificultaron el vuelo, resultando en el accidente.
Entre los fallecidos también se encontraban altos funcionarios del gobierno y la Guardia Revolucionaria Islámica. La tragedia ocurrió a las 13:30 hora local en una zona montañosa remota. Los equipos de rescate localizaron los restos del helicóptero pero no hallaron sobrevivientes, confirmando la muerte de todos los pasajeros y tripulantes a bordo.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, declaró cinco días de luto nacional en memoria de Raisi y su equipo. El vicepresidente Mohammad Mokhber asumió como presidente interino mientras se organiza una nueva elección presidencial en un plazo máximo de 50 días. Las condolencias internacionales, incluida la de México, subrayaron la pérdida significativa para Irán.
Internacionales
Donald Trump ordena implementar la pena de muerte en Washington D.C.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un memorándum dirigido a la fiscal general, Pam Bondi, y a la fiscal del Distrito de Columbia, Jeanine Pirro, en el que instruye la implementación “plena” de la pena de muerte en la capital estadounidense. La medida revierte la abolición de la pena capital en Washington D.C., vigente desde 1981, y busca responder a lo que la administración califica como un aumento de la criminalidad en la ciudad.
Según el memorándum, los fiscales federales deberán buscar la pena de muerte en todos los casos apropiados bajo la legislación federal, particularmente en delitos graves como homicidios y asesinatos de agentes de policía. Además, se indica que ejercerán jurisdicción federal para garantizar la aplicación de la pena capital, en lo que la administración Trump considera una acción necesaria para mantener la seguridad.
La decisión ha generado un amplio debate. Expertos legales y organizaciones de derechos civiles han expresado su preocupación por la posible violación del derecho de autogobernanza de Washington D.C., cuya población ha rechazado la pena de muerte en referendos anteriores. También se cuestiona el impacto de esta medida sobre las normas legales y la autonomía local.
Esta acción forma parte de una serie de iniciativas del gobierno de Trump para expandir el uso de la pena de muerte a nivel federal, incluyendo la reactivación de ejecuciones federales tras la pausa durante la administración de Joe Biden. La medida consolida un cambio significativo en la política criminal de la capital estadounidense y promete generar un intenso debate jurídico y político en los próximos meses.