Internacionales
El papa Francisco lidera ceremonia de Vigilia Pascual tras ausentarse del Vía Crucis por motivos de salud

En una extensa celebración que superó las dos horas, el papa Francisco participó en la Vigilia Pascual, conmemorando la espera de la resurrección de Jesús. Esto ocurrió después de que, el viernes anterior, decidiera a último momento no asistir al Coliseo para el Vía Crucis debido a preocupaciones por su salud. Durante la homilía, el Papa hizo referencia a la sensación de sentir una pesada lápida en la entrada del corazón, sofocando la vida y la confianza, y encerrándonos en el sepulcro de los miedos y las amarguras.
El pontífice llamó a estas situaciones “escollos de muerte”, mencionando experiencias como la pérdida de seres queridos, los fracasos, el egoísmo y la indiferencia, así como los anhelos de paz rotos por la crueldad y la guerra. Sin embargo, afirmó que Jesús es nuestra Pascua, llevándonos de la oscuridad a la luz, salvándonos de los abismos del pecado y la muerte.
Dirigiéndose a los pueblos afectados por el mal y la injusticia, el Papa pidió que alejen a los “cantores de la desesperación” en esta noche. La ceremonia, rica en simbolismo, inició con la bendición del fuego y la iluminación del cirio pascual en una basílica totalmente a oscuras, simbolizando la luz de Cristo en la oscuridad del mundo.
Posteriormente, se llevó a cabo la procesión con la entrada de los concelebrantes en silencio y oscuridad, seguida por la encendida de las luces de la basílica y el inicio de la misa ante 6.000 fieles. Durante esta larga ceremonia, se celebró la bendición del agua y el bautizo de ocho adultos de diversas nacionalidades.
Esta Semana Santa en el Vaticano estuvo marcada por la ausencia del baldaquino de San Pedro de Gian Lorenzo Bernini, cubierto debido a trabajos de restauración. Aunque el papa Francisco no pudo asistir al Vía Crucis por motivos de salud, tanto la ceremonia de la Vigilia Pascual como la misa de Resurrección del Domingo se llevaron a cabo según lo programado.
Internacionales
Donald Trump ordena implementar la pena de muerte en Washington D.C.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un memorándum dirigido a la fiscal general, Pam Bondi, y a la fiscal del Distrito de Columbia, Jeanine Pirro, en el que instruye la implementación “plena” de la pena de muerte en la capital estadounidense. La medida revierte la abolición de la pena capital en Washington D.C., vigente desde 1981, y busca responder a lo que la administración califica como un aumento de la criminalidad en la ciudad.
Según el memorándum, los fiscales federales deberán buscar la pena de muerte en todos los casos apropiados bajo la legislación federal, particularmente en delitos graves como homicidios y asesinatos de agentes de policía. Además, se indica que ejercerán jurisdicción federal para garantizar la aplicación de la pena capital, en lo que la administración Trump considera una acción necesaria para mantener la seguridad.
La decisión ha generado un amplio debate. Expertos legales y organizaciones de derechos civiles han expresado su preocupación por la posible violación del derecho de autogobernanza de Washington D.C., cuya población ha rechazado la pena de muerte en referendos anteriores. También se cuestiona el impacto de esta medida sobre las normas legales y la autonomía local.
Esta acción forma parte de una serie de iniciativas del gobierno de Trump para expandir el uso de la pena de muerte a nivel federal, incluyendo la reactivación de ejecuciones federales tras la pausa durante la administración de Joe Biden. La medida consolida un cambio significativo en la política criminal de la capital estadounidense y promete generar un intenso debate jurídico y político en los próximos meses.