El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su gobierno busca la anexión de Groenlandia al considerar que se trata de un territorio estratégico y rico en recursos naturales, necesario “para garantizar la protección del país”.

La postura del mandatario republicano ha retomado fuerza luego de que nombrara al gobernador de Luisiana, Jeff Landry, como enviado especial, con la misión de avanzar en esta pretensión, lo que ha generado inconformidad tanto en Groenlandia como en Dinamarca, país al que pertenece la isla como territorio autónomo.

La propuesta ha sido rechazada de manera contundente por ambos gobiernos, postura que también ha sido respaldada por la Unión Europea, al advertir que no es viable una anexión bajo ningún argumento.

En una declaración conjunta, Dinamarca y Groenlandia afirmaron que la isla no puede ser anexada por otro país, “ni siquiera con el argumento de la seguridad internacional”, y subrayaron que esperan que se respete su integridad territorial conjunta.

Pese a ello, el emisario estadounidense aseguró que trabajará para cumplir el objetivo del presidente Trump de convertir a Groenlandia “en parte de Estados Unidos”, lo que mantiene abierta la tensión diplomática en la región.