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Cuatro grandes desafíos que enfrentará Claudia Sheinbaum para transformar a México

Claudia Sheinbaum ya ha hecho historia al convertirse en la primera mujer presidenta de México, pero su legado dependerá de cómo aborde los retos clave que enfrenta el país. Ingeniera ambiental de 62 años, Sheinbaum asumió la presidencia con un respaldo contundente de 35,9 millones de votos (59,7%), impulsada por la coalición oficialista y el apoyo de su mentor, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). No obstante, los desafíos que enfrentará en los próximos seis años son enormes y decisivos.
Aquí están cuatro de los más importantes:
1. Violencia y crimen organizado
Uno de los problemas más apremiantes es la violencia. Aunque AMLO ha presumido una reducción en la tasa de homicidios, el número total de asesinatos durante su administración supera el de gobiernos anteriores. Sheinbaum, quien en su mandato como jefa de gobierno de Ciudad de México logró reducir los homicidios en un 50%, tiene el desafío de aplicar estrategias a nivel nacional para contener la violencia y el crimen organizado.
Especialistas como Sandra Ley del Tecnológico de Monterrey subrayan que, más allá de los homicidios, existen otros problemas igualmente graves, como las desapariciones, los desplazamientos forzados y la influencia del crimen organizado en la política local. Sheinbaum deberá demostrar una capacidad de liderazgo que permita abordar estas crisis de manera integral, sin excusas sobre la falta de coordinación entre los distintos niveles de gobierno, ya que Morena controla la mayoría de los estados.
2. Derechos de las mujeres
Aunque México ha avanzado hacia la paridad de género en política, la violencia contra las mujeres sigue siendo alarmante. Nueve mujeres son asesinadas al día, y el 70% ha sufrido algún tipo de violencia, según el Inegi. Aunque la Suprema Corte despenalizó el aborto en todo el país, solo la mitad de los estados han modificado sus leyes.
Sheinbaum deberá colocar los derechos de las mujeres en el centro de su agenda. Alejandra Mora Mora, de la Comisión Interamericana de Mujeres, sostiene que Sheinbaum, como primera presidenta, tiene la oportunidad única de abordar cuestiones esenciales como los cuidados, la erradicación de la violencia de género y la inclusión laboral y política de las mujeres. Su liderazgo podría redefinir la narrativa del poder en México, rompiendo con las estructuras patriarcales tradicionales.
3. Relación con Estados Unidos y la frontera
La frontera con Estados Unidos siempre será un tema clave para cualquier presidente mexicano. Sheinbaum heredará una relación compleja con su vecino del norte, marcada por la política migratoria y los acuerdos comerciales. En particular, deberá manejar las tensiones derivadas del cruce de migrantes indocumentados, que se ha convertido en un punto clave de la política estadounidense.
Con las elecciones presidenciales en Estados Unidos en el horizonte, Sheinbaum tendrá que navegar en un contexto en el que, ya sea Kamala Harris o Donald Trump quien gane, la presión sobre México para controlar la migración será fuerte. Michael Shifter, del Diálogo Interamericano, señala que este será un reto delicado y más difícil si Trump vuelve al poder.
4. El factor AMLO
Sheinbaum llega al poder con el respaldo de un presidente saliente con altísima popularidad, lo que genera interrogantes sobre cuánta independencia tendrá de AMLO. López Obrador ha dejado claro que pretende retirarse de la política, pero su influencia podría seguir pesando en la administración de Sheinbaum, especialmente con Morena controlando la mayoría legislativa.
El desafío para Sheinbaum será encontrar un equilibrio entre seguir con la Cuarta Transformación y marcar su propio camino. Aunque prometió gobernar de manera autónoma, la cercanía política con AMLO y las expectativas de continuidad podrían dificultar su capacidad para implementar cambios significativos.
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No se negocia la ley: Claudia Sheinbaum reafirma cobro justo de impuestos

La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró este lunes que en su gobierno no habrá negociaciones “en lo oscurito” para reducir el pago de impuestos, dejando claro que cada contribuyente debe cumplir con lo que le corresponde por ley.
En conferencia de prensa desde Palacio Nacional, la mandataria federal recordó que en el pasado existieron mecanismos de consolidación fiscal que permitían a grandes empresas minimizar su carga tributaria, pero advirtió que esos tiempos han quedado atrás.
“Esto no es un asunto de negociación en lo oscurito, esos tiempos ya quedaron en el pasado. Sentarnos a negociar qué sí y qué no… eso no va a ocurrir. Como decía Benito Juárez: nada ni nadie por encima de la ley. Se llama Estado de derecho para todas y todos”, enfatizó.
Sheinbaum explicó que su administración no realizará mesas técnicas ni acuerdos discrecionales, aunque aclaró que el derecho de audiencia de los contribuyentes se mantiene intacto.
“Las puertas del SAT siempre estarán abiertas para cualquier persona, pero la ley es la ley”, subrayó la presidenta, descartando que esta postura represente autoritarismo.
La jefa del Ejecutivo insistió en que el objetivo es garantizar un sistema fiscal equitativo, donde empresas y ciudadanos paguen lo que les corresponde, fortaleciendo así las finanzas públicas y evitando privilegios que antes beneficiaban a unos cuantos.