Internacionales
AMLO rechaza entregar presidencia de Alianza del Pacífico Dina Boluarte
Al calificar como “usurpadora” a Dina Boluarte, presidenta de Perú, el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador rechazó entregarle la presidencia de la Alianza del Pacífico.
El Presidente respondió que el próximo año se retirará por completo de la vida política en cuanto se termine su mandato, luego de que Boluarte lo acusara de querer convertirse en un dictador.
Además, consideró que hay consenso entre México, Colombia y Chile de no darle la presidencia de la Alianza a Perú.
“Son cuatro países, Colombia, Chile México y Perú. Y la opinión del presidente de Colombia es parecida a la mía y el presidente de Chile pues tampoco está interesado en que se le entregue al Perú lo de la presidencia de este grupo que se llama Alianza del Pacífico. Nosotros no tenemos ningún problema, lo que pasa es que, a ellos, no. Se la podemos entregar a Chile a Colombia y que ellos vean qué hacen, pero esta señora, con todo respeto, usurpadora, expulsó a nuestro embajador del Perú”, dijo en conferencia de prensa.
López Obrador consideró que el ex presidente peruano, Pedro Castillo, está encarcelado injustamente por el simple hecho de que tienen un origen popular y además no permitió que saquearan a su país como lo están haciendo en la actualidad.
Y por tanto, le recomendó a Boluarte dejarle la presidencia a Castillo, quien obtuvo un triunfo legítimo en elecciones libres.
“Que le deje la presidencia porque ella está usurpando ese cargo y que saque de la cárcel a Pedro Castillo, una gente humilde, un maestro serrano de Perú y lamentablemente en ese país como en otros impera el racismo y el clasismo”, agregó.
En este sentido, insistió en que no puede entregar la presidencia de la Alianza del Pacífico porque Boluarte “no es legal y legítimamente para nosotros, presidente del Perú”, puntualizó.
El gobierno de Perú pidió el traspaso “sin mayores dilaciones” de la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico, mediante una comunicación a las cancillerías de México, Colombia y Chile, en la que planteó una consulta al respecto y alertó al país azteca de que no formalizar esa medida “acarrearía responsabilidad internacional”.
La Cancillería peruana señaló que en esa comunicación, la primera enviada a todos los ministerios de Exteriores de los países miembros, se invocó el principio pacta sunt servanda, consagrado en la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969, que establece que “todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por ellas de buena fe”.
Internacionales
Trump confirma destrucción de submarino usado para tráfico de drogas en el Caribe
Washington, D.C.– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que las fuerzas estadounidenses destruyeron un submarino semisumergible que estaba siendo utilizado para el tráfico de drogas en el mar Caribe, cerca de la costa venezolana.
El ataque, realizado el 16 de octubre de 2025, dejó un saldo de seis presuntos narcotraficantes muertos y dos sobrevivientes capturados, quienes actualmente permanecen bajo custodia en un buque de la Marina de los Estados Unidos. Trump calificó a los atacantes como “narcoterroristas” y señaló que el gobierno de Nicolás Maduro ha ofrecido “todo” para evitar un enfrentamiento directo con Estados Unidos.
Estas acciones forman parte de una campaña militar estadounidense dirigida a combatir el narcotráfico en la región, que ha incluido ataques a embarcaciones vinculadas a organizaciones criminales venezolanas desde septiembre de 2025.
El gobierno de Venezuela ha reaccionado denunciando estas operaciones como violaciones a su soberanía y ha movilizado a su milicia, mientras que en Estados Unidos algunos legisladores cuestionan la legalidad de los ataques sin la aprobación del Congreso.
Trump enfatizó que las acciones buscan interrumpir las rutas de narcotráfico y desmantelar las estructuras criminales en la región, reafirmando el compromiso de su administración de mantener el control sobre el tráfico de drogas en el Caribe.
El hecho genera preocupación internacional por la escalada de operaciones militares y plantea interrogantes sobre las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, así como sobre la seguridad en la región fronteriza del Caribe.





