Internacionales
Renuncia de la directora del Servicio Secreto, tras fallas en la seguridad de Trump
La directora del Servicio Secreto ha decidido dimitir de su cargo, según un mensaje enviado al personal, después del violento episodio que involucró al expresidente Donald Trump. Este ataque ha provocado un fuerte debate sobre las posibles fallas de la agencia encargada de la seguridad de los presidentes actuales y pasados en el cumplimiento de su función principal.
Kimberly Cheatle, quien ocupaba el puesto desde agosto de 2022, ha enfrentado un número creciente de llamados a su dimisión y varias investigaciones sobre cómo el agresor logró aproximarse tanto al candidato presidencial republicano durante un mitin al aire libre en Pensilvania.
“Soy responsable de la deficiencia en la seguridad”, afirmó en su mensaje al personal el martes. “Dada la gravedad de los acontecimientos recientes, he tomado la difícil decisión de renunciar como directora”.
El Servicio Secreto ha admitido haber desestimado diversas solicitudes de la campaña de Trump para aumentar la seguridad en sus eventos antes del incidente de la semana pasada. Después de que ocurrió el ataque el 13 de julio en el mitin, la entidad de seguridad rechazó haber negado tales solicitudes, pero un sábado posterior se corrigió, reconociendo que en efecto, algunas habían sido desatendidas.
Durante el mitin, Trump sufrió una herida en la oreja derecha. Un manifestante perdió la vida y otros dos resultaron heridos en el caos. Los agentes del Servicio Secreto abatieron al atacante, quien fue identificado como Thomas Matthew Crooks, un joven blanco que trabajaba en un asilo de ancianos y se identificaba como republicano.
Según informaciones, Crooks había cargado su vehículo con explosivos antes de llegar al evento de campaña de Trump ese día.
Internacionales
Cerrarán los cuatro casos penales en contra de Trump ante su victoria electoral
Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones, los cuatro casos penales que enfrenta podrían quedar archivados debido a la inmunidad presidencial. Funcionarios del Departamento de Justicia han señalado la dificultad de proceder con los casos una vez que Trump asuma la presidencia el 20 de enero de 2025. En especial, los casos federales encabezados por el fiscal especial Jack Smith, que incluyen la instigación del asalto al Capitolio y el manejo indebido de documentos clasificados, podrían cerrarse en breve.
Jack Smith enfrenta el reto de decidir cómo proceder con los cargos, ya que la decisión del Tribunal Supremo le otorgó a Trump inmunidad presidencial parcial. El caso de los documentos clasificados ya había encontrado obstáculos cuando una jueza desestimó el caso al considerar que el nombramiento de Smith por el fiscal general Merrick Garland no contaba con la ratificación presidencial o congresional. En este contexto, Trump ha prometido despedir a Smith, mientras que su equipo legal busca eliminar todos los procesos.
El caso en Nueva York, en el cual Trump fue condenado por falsificación de registros comerciales en 2016, también se enfrenta a complicaciones. La audiencia para la sentencia está programada para el 12 de noviembre, pero los abogados de Trump planean argumentar que, como presidente electo, merece inmunidad similar a la de un presidente en ejercicio. Esta estrategia podría posponer la sentencia hasta después de la investidura, reduciendo la probabilidad de que Trump enfrente una pena de prisión.
El cuarto caso en Georgia, por presunta interferencia electoral en 2020, también avanza con lentitud tras desacuerdos internos en la fiscalía que llevaron a la dimisión de uno de los fiscales y una solicitud de la defensa para remover a la fiscal Fani Williams. Trump y sus abogados mantienen que estos casos responden a una “caza de brujas” con intenciones políticas por parte de fiscales demócratas.