Christian Giovanni, de 12 años de edad, murió de dos balazos que aparentemente realizó un policía municipal en un operativo para recuperar un tinaco robado, en la colonia Ampliación Las Américas de Irapuato.

El menor lanzaba piedras en contra de un grupo de oficiales que entró a su casa “sin autorización” y que se llevaban detenidos a sus padres cuando le dispararon.

Las balas penetraron los riñones del menor que falleció un día después en el hospital.

Desde entonces familiares, vecinos y amigos de Christián han salido a las calles en demanda de justicia. “¡Policías asesinos!, ¡justicia!”, exigen.

Aseguran que la semana pasada, alrededor de las 17:00 horas un grupo de seis policías ingresó a su casa por el tinaco que una expolicía reportó que le habían robado y en la intervención un agente realizó disparos directos contra el niño.

La Secretaría de Seguridad Ciudadana asegura que los policías no dispararon.

La Fiscalía General del Estado, responsable de las indagatorias, sigue investigando si las balas que acabaron con la vida del menor corresponden a una de las armas de los policías que participaron en el hecho.