Síguenos en las redes
La Internacional Villahermosa

Especiales

Muere Bobi, el perrito más longevo del mundo con 31 años y 165 días

Publicado

el

Bobi, un perro de la raza mastín del Alentejo, que había obtenido el récord Guinness como el perro vivo más longevo del mundo, ha fallecido a la edad de 31 años y 165 días en su hogar en Portugal. Su nacimiento se registró el 11 de mayo de 1992 en la localidad portuguesa de Conqueiros. El fallecimiento de Bobi fue confirmado por el Guinness World Records después de que la Dra. Karen Becker, veterinaria que atendió al perro en varias ocasiones, anunciara su muerte.

Bobi ganó su título Guinness el 2 de febrero de 2023, estableciéndose como el perro vivo más longevo del mundo y el perro más viejo en la historia. Su fecha de nacimiento fue verificada por el Serviço Medico-Veterinário do Município de Leiria (Servicio Médico-Veterinario del Ayuntamiento de Leiria) en 1992. El Sistema de Identificación de Animales de Compañía (SIAC), una base de datos autorizada por el gobierno portugués y gestionada por el SNMV (Sindicato Nacional dos Médicos Veterinarios), también confirmó la edad de Bobi.

La Dra. Karen Becker compartió la noticia en Facebook, expresando su afecto por el perrito: “Anoche, este dulce niño se ganó sus alas, a pesar de sobrevivir a todos los perros de la historia, sus 11,478 días en la tierra nunca serían suficientes para aquellos que le querían. Buena suerte, Bobi… has enseñado al mundo todo lo que debías enseñar”.

Continuar leyendo
Publicidad ADO

Especiales

Una historia que nos invita a reflexionar

Publicado

el

En 2015, al borde de una carretera, una pequeña casa azul de techo de lámina comenzó a ser testigo de una vida sencilla pero profunda. Allí vivía una pareja de ancianos que, año tras año, aparecía en las imágenes de Google Maps: tomando el sol, pelando verduras, conversando o simplemente contemplando la vida pasar. No necesitaban nada más, porque se tenían el uno al otro.

El tiempo siguió su curso. En 2020, seguían juntos, compartiendo cada día como siempre. Pero en 2021, la escena cambió: él ya no estaba. Solo ella permanecía, apoyada en la puerta o sentada en el mismo banco donde antes compartían todo.

Para 2023, la casa mostraba las marcas del paso de los años: paredes descascaradas, colores apagados. Y aun así, ella seguía allí, firme, como si esperara en silencio, recordando lo que alguna vez fue.

En 2025, ya no quedaba nada. Ni la casa azul, ni el banco de madera, ni el techo oxidado. Solo un terreno vacío y el eco de una historia que dejó huella en quienes tuvieron la oportunidad de verla.

Hay relatos que no llegan a los periódicos ni a la televisión. Se esconden en rincones olvidados, como la casa donde dos corazones envejecieron juntos, cuya memoria desapareció silenciosamente… pero cuyo testimonio permanece en la mirada de quienes la descubrieron.

Continuar leyendo