Internacionales
Misión arqueológica desentierra la parte superior del coloso de Ramsés II en Egipto, casi un siglo después del primer hallazgo

Una misión arqueológica egipcio-estadounidense ha logrado descubrir la parte superior de un coloso del legendario faraón Ramsés II, perteneciente a la dinastía XIX, en la región de Hermópolis Magna, ubicada en la provincia central de Minia. Este emocionante hallazgo se produce casi cien años después de que la parte inferior de la estatua fuera encontrada.
Los arqueólogos han logrado desenterrar la parte superior de una enorme estatua del rey Ramsés II, tallada en piedra caliza y con una altura de aproximadamente 3.80 metros. La representación del faraón Ramsés II lo muestra sentado y luciendo una doble corona adornada con una cobra real, según informó el Ministerio de Antigüedades este lunes.
El secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Mustafa Waziri, resaltó la importancia de este descubrimiento, señalando que estudios arqueológicos posteriores demostraron que esta parte pertenece a una pieza descubierta por el arqueólogo alemán Günther Roeder en 1930.
Según detalles proporcionados por el ministerio, la columna trasera de la parte superior del coloso recién descubierto presenta escrituras jeroglíficas que glorifican al rey. Además, se estima que el tamaño total de la estatua podría alcanzar unos siete metros una vez que ambas partes sean ensambladas.
En 2018, las autoridades egipcias concluyeron exitosamente los trabajos para trasladar un coloso del faraón Ramsés II al vestíbulo principal del nuevo Gran Museo Egipcio, ubicado a los pies de las pirámides de Guiza, en el suroeste de El Cairo.
Ramsés II, también conocido como Ramsés el Grande, fue el tercer faraón de la dinastía XIX de Egipto y gobernó hace más de 3,000 años. Durante su reinado, construyó muchos de los grandes monumentos que aún maravillan al mundo en el Antiguo Egipto.
Internacionales
Donald Trump ordena implementar la pena de muerte en Washington D.C.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un memorándum dirigido a la fiscal general, Pam Bondi, y a la fiscal del Distrito de Columbia, Jeanine Pirro, en el que instruye la implementación “plena” de la pena de muerte en la capital estadounidense. La medida revierte la abolición de la pena capital en Washington D.C., vigente desde 1981, y busca responder a lo que la administración califica como un aumento de la criminalidad en la ciudad.
Según el memorándum, los fiscales federales deberán buscar la pena de muerte en todos los casos apropiados bajo la legislación federal, particularmente en delitos graves como homicidios y asesinatos de agentes de policía. Además, se indica que ejercerán jurisdicción federal para garantizar la aplicación de la pena capital, en lo que la administración Trump considera una acción necesaria para mantener la seguridad.
La decisión ha generado un amplio debate. Expertos legales y organizaciones de derechos civiles han expresado su preocupación por la posible violación del derecho de autogobernanza de Washington D.C., cuya población ha rechazado la pena de muerte en referendos anteriores. También se cuestiona el impacto de esta medida sobre las normas legales y la autonomía local.
Esta acción forma parte de una serie de iniciativas del gobierno de Trump para expandir el uso de la pena de muerte a nivel federal, incluyendo la reactivación de ejecuciones federales tras la pausa durante la administración de Joe Biden. La medida consolida un cambio significativo en la política criminal de la capital estadounidense y promete generar un intenso debate jurídico y político en los próximos meses.