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Millennials clave en el lavado de dinero del Cártel de Sinaloa

Dos jóvenes, Jesús Norberto Larrañaga Herrera y Karla Gabriela Lizárraga Sánchez, han sido identificados como figuras clave en el lavado de dinero para el Cártel de Sinaloa, liderado por Ismael ‘El Mayo’ Zambada. Estos millennials operan a través de una empresa de helados, Nieves y Paletas EVI, que es utilizada como fachada para las actividades ilícitas del cártel. La Oficina de Control de Activos Extranjeros de EE.UU. (OFAC) los ha sancionado por su participación en el tráfico de drogas.
Larrañaga Herrera, conocido como ‘El 30’, trabaja bajo las órdenes de su suegro Víctor Lizárraga Martínez, apodado ‘El 20’, ex policía y ahora operador del cártel. Junto con Lizárraga Sánchez, estos millennials han adoptado estrategias modernas para continuar con las actividades delictivas que iniciaron capos como ‘El Mayo’.
El caso de Zambada, quien fue capturado en julio y trasladado a EE.UU., sigue en proceso judicial. En su primera audiencia en la Corte de Brooklyn, Zambada se declaró no culpable de los 17 cargos en su contra, incluyendo tráfico de drogas y lavado de dinero. Su próxima audiencia está programada para el 31 de octubre.
Las autoridades estadounidenses continúan investigando cómo las generaciones más jóvenes dentro del Cártel de Sinaloa, como Larrañaga y Lizárraga, están tomando roles más activos en las operaciones financieras y logísticas del grupo. Estas nuevas generaciones utilizan negocios aparentemente legítimos para ocultar flujos de dinero ilícitos y mantener a flote las actividades del cártel.
La captura de Zambada y la implicación de estos millennials en el lavado de dinero, subraya la persistencia y adaptación del Cártel de Sinaloa, incluso tras la caída de su líder, lo que representa un desafío continuo para las autoridades.
Nacionales
No se negocia la ley: Claudia Sheinbaum reafirma cobro justo de impuestos

La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró este lunes que en su gobierno no habrá negociaciones “en lo oscurito” para reducir el pago de impuestos, dejando claro que cada contribuyente debe cumplir con lo que le corresponde por ley.
En conferencia de prensa desde Palacio Nacional, la mandataria federal recordó que en el pasado existieron mecanismos de consolidación fiscal que permitían a grandes empresas minimizar su carga tributaria, pero advirtió que esos tiempos han quedado atrás.
“Esto no es un asunto de negociación en lo oscurito, esos tiempos ya quedaron en el pasado. Sentarnos a negociar qué sí y qué no… eso no va a ocurrir. Como decía Benito Juárez: nada ni nadie por encima de la ley. Se llama Estado de derecho para todas y todos”, enfatizó.
Sheinbaum explicó que su administración no realizará mesas técnicas ni acuerdos discrecionales, aunque aclaró que el derecho de audiencia de los contribuyentes se mantiene intacto.
“Las puertas del SAT siempre estarán abiertas para cualquier persona, pero la ley es la ley”, subrayó la presidenta, descartando que esta postura represente autoritarismo.
La jefa del Ejecutivo insistió en que el objetivo es garantizar un sistema fiscal equitativo, donde empresas y ciudadanos paguen lo que les corresponde, fortaleciendo así las finanzas públicas y evitando privilegios que antes beneficiaban a unos cuantos.