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Madonna, cuatro décadas rompiendo moldes

La llegada de Madonna a la música hace cuarenta años supuso una ruptura con los cánones establecidos y su objetivo era, además de demostrar su valía como cantante, exhibir una imagen rompedora, descarada, de extremos, a lo largo de toda su carrera.
Gucci, Alexander Wang, Givenchy, Dolce&Gabanna, Jeremy Scott, Arianne Phillips y su querido Jean Paul Gaultier han construido, reinventado y pulido una imagen capaz de estar a la altura de sus deseos y del escándalo desde que un día como hoy publicara su primer álbum.
Su música se ha vendido tanto por su talento como por el estrépito que causaban sus vídeos y las fotografías de Feingold, Peter Cunningham y George DuBose que sirvieron para fijar una idea siempre de renovación y transgresión.
Cuando en 1983 sacó su primer álbum “Madonna”, lucía una estética pseudopunk con el pelo alborotado, camisetas caladas que dejaban al descubierto la ropa interior y pendientes excesivos de los que pendían cruces religiosas.
Un estilo tan copiado que hasta ha pasado a las estanterías de las tiendas de disfraces para aquellas que quieran emularla.
Poco después, Madonna se convirtió por obra y gracia de un buen tinte en la Marilyn de la música. Su cabello corto, rubio platino y un estratégico lunar hicieron el resto.
“Blonde Ambition World Tour” fue “la gira”. Si había alguien en el planeta que no la conociera dejó de existir cuando apareció con un corsé de pechos cónicos de Jean Paul Gaultier, el espaldarazo definitivo a la carrera del diseñador francés.
Por contra, otro de sus escándalos sobre el escenario llegó con un sencillo, pero ajustado pantalón y camiseta negra y un recatado moño durante los MTV Video Music Awards 2003 cuando, flanqueada por Britney Spears y Christina Aguilera, besó en los labios a ambas mientras cantaban “Me against the music”.
Otra de las imágenes más controvertidas fue del vídeo de la canción “American Life” -que llegó a retirar- por su contenido bélico y crítico con Estados Unidos, en el que aparecía con ropa militar y lanzando una granada contra un personaje con un gran parecido al presidente estadounidense, George W. Bush, quien la toma y se enciende un puro, justo durante la intervención armada de Estados Unidos en Irak.
En 2006, en su gira “Confessions”, Madonna comenzaba colgada de un gigantesco crucifijo construido con cristales de discoteca, lo que provocó las críticas de distintas iglesias por abusar de la imaginería cristiana; incluso llegó a recibir amenazas de la mafia rusa y la oposición de la Iglesia Ortodoxa a que actuara en ese país.
No era nueva la utilización de símbolos religiosos. En 1989, la iglesia católica la consideró “blasfema” por sus imágenes en el vídeo “Like a Prayer”, en el que aparecía con ropa sugerente rezando frente a la imagen de un hombre negro.
En la gala del Museo Metropolitano (MET) de Nueva York de 2018 titulada “Cuerpos celestiales: moda e imaginación católica”, paseó por la alfombra roja como una virgen gótica con un ramo de rosas negras en la mano y luciendo un voluminoso vestido que dibujaba una cruz transparente a lo largo del torso, el rostro cubierto con un velo de rejilla y una corona repleta de crucifijos.
Su gusto por los trajes de flamenca y los de torero en distintas ocasiones ha sido habitual. Armani le confeccionó uno para su actuación en los Grammy en 2015, que acompañaba con una capa que la hizo caer y culpó al creador del desastre.
Ese mismo año, la sastrería española de Zaragoza Utebo le confeccionó dos trajes de luces completos para su gira “Rebel Heart Tour”.
Su estética y su deseo de que el tiempo no se refleje en su rostro es también motivo de comentarios, a los que ella reacciona desde sus redes sociales acusando a quienes la critican. Fue de las primeras en ponerse carillas de oro y diamantes en los dientes y en llevar transparencias cuando nadie lo hacía.
“Nunca me he disculpado por ninguna de las decisiones creativas que he tomado ni por mi aspecto o mi forma de vestir y no voy a empezar a hacerlo”, escribió no hace mucho en sus redes sociales, donde se definió como una “pionera para que todas las mujeres que vienen detrás puedan tenerlo más fácil”.
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Preocupación por la salud de Justin Bieber: su madre pide oraciones

La preocupación por la salud del cantante canadiense Justin Bieber volvió a ser tema central tras una publicación de su madre, Pattie Mallette, en Instagram, donde pidió oraciones por su hijo.
En la publicación, Pattie compartió varias imágenes de Justin y escribió:
“Por favor, recen por su salud. Si piensan en Justin, por favor recen por él. Muchas gracias. Dios es bueno. Gracias.”
Aunque el mensaje no especifica si se trata de salud física, emocional o ambas, dejó en claro que, para ella, este es un momento que requiere apoyo espiritual.
La publicación refleja la estrecha relación que mantiene el cantante con su madre, quien ha sido un pilar constante en su vida, acompañándolo tanto en sus éxitos como en sus desafíos personales. Pattie Mallette también compartió plegarias más profundas, destacando:
“Declaro libertad, fuerza, claridad y sanación sobre ti, Justin. Que toda cadena de miedo, confusión, pesadez y dolor se rompa en el nombre de Jesús.”
Y agregó:
“Espíritu Santo, rodéalo de verdad, luz y protección. Sana toda herida en su corazón, mente y cuerpo, visible e invisible, restaura lo que le han robado y cúbrelo de plenitud.”
La reacción de los fans no se hizo esperar. Muchos compartieron mensajes de apoyo y esperanza, reconociendo el papel fundamental que Pattie ha desempeñado en la vida de su hijo:
“Justin tiene un gran llamado en su vida, y su mamá lo ha apoyado fielmente. Jesús escucha cada llanto de su corazón; no se ha perdido ni uno solo.”
Este llamado a la oración ocurre en un momento clave, ya que Justin se prepara para encabezar el festival Coachella 2025. Días antes, fue visto montando un Segway solo con bóxers blancos, un gesto que algunos interpretaron como expresión de libertad o parte de la narrativa estética de su más reciente trabajo musical.
Pattie concluyó su mensaje con un emotivo llamado a la comunidad:
“Llénalo hasta rebosar de tu amor y consuelo. Sigue elevándolo como una voz para tu Reino, inquebrantable y ardiente por ti, Señor. Silencia toda voz que no provenga de ti, y permite que su vida sea un testimonio valiente de tu poder, amor y gracia sanadora.”
La publicación evidencia la batalla personal de Justin por su bienestar, siempre acompañado del amor incondicional de su madre y del respaldo espiritual y emocional que ella le ha brindado a lo largo de su vida.