Internacionales
Líbano insta a proteger su patrimonio arqueológico tras los ataques en Baalbek y Tiro
El primer ministro libanés, Najib Mikati, solicitó protección internacional para los sitios arqueológicos de Baalbek y Tiro, tras los recientes ataques de Israel en estas áreas. Baalbek y Tiro, ambos declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, albergan ruinas de gran valor histórico y cultural, cuyo daño representa una grave pérdida para el patrimonio de la región.
Mikati denunció que estos bombardeos constituyen crímenes de guerra y provocaron el desplazamiento de poblaciones enteras, amenazando también la integridad de los monumentos históricos. Calificó los ataques como una violación flagrante de la ley internacional y exigió el cese inmediato de la violencia para evitar mayores daños a estos tesoros culturales.
El primer ministro hizo un llamado al Consejo de Seguridad de la ONU para que tome medidas urgentes y efectivas, con el objetivo de preservar estos sitios para las futuras generaciones. Subrayó la importancia de detener la destrucción de estos lugares de valor incalculable y reiteró su compromiso en favor de la protección del patrimonio cultural libanés.
Internacionales
Crisis en Corea del Sur: Yoon Suk-yeol declara ley marcial y estallan protestas
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, decretó la ley marcial acusando al principal partido de oposición de planear actividades “anti-estatales” y ser “pro-norcoreano”. La medida, anunciada en un discurso televisado, busca proteger el “orden constitucional” en medio de tensiones políticas tras la aprobación de presupuestos que excluyeron al partido gobernante.
La declaración otorga amplios poderes al Ejército y suspende actividades legislativas, mientras miles de ciudadanos protestaron frente a la Asamblea Nacional, enfrentándose a un fuerte dispositivo de seguridad. Las tropas surcoreanas intentaron tomar el control del Parlamento, lo que generó enfrentamientos con civiles y provocó disturbios en redes sociales.
Bajo la ley marcial, los derechos ciudadanos se limitan y las fuerzas armadas asumen roles de seguridad pública. La situación ha provocado un estado de alta tensión política y social, con llamados de la oposición y organizaciones internacionales a restablecer el orden democrático en Corea del Sur.