Internacionales
EU designa a la xilazina como amenaza emergente a la salud pública

El Gobierno de Estados Unidos designó a la xilazina, en su combinación con fentanilo, como una “amenaza emergente“.
Se trata de un tranquilizante no opioide de uso veterinario, que en fechas recientes ha sido combinado con fentanilo lo que ha aumentado las muertes por sobredosis.
“Al declarar la combinación de xilazina con fentanilo como una amenaza emergente, estamos siendo proactivos en nuestro enfoque para salvar vidas y crear nuevas herramientas para funcionarios de salud pública y seguridad pública y comunidades en todo el país”, declaró el Dr. Rahul Gupta, director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca.
La combinación de la droga sintética con el medicamento veterinario se vende de manera ilícita y está asociada a sobredosis mortales y morbilidad grave, señala Estados Unidos.
Tan solo entre 2020 y 2021 las identificaciones forenses de xilazina aumentaron en todo el país, pero mayormente en el sur.
Las muertes por sobredosis de xilazina aumentaron 1127 por ciento en el sur; 750 por ciento en el oeste; más del 500 por ciento en el medio oeste y más de 100 por ciento en el noreste.
“La xilazina está complicando los esfuerzos para revertir las sobredosis de opioides con naloxona y amenaza el progreso que se está logrando para salvar vidas y abordar la crisis de los opioides.”
Con la declaración de “amenaza emergente” el Gobierno de Joe Biden tomará medidas que incluyan la prevención, tratamiento y reducción del suministro del fármaco.
Para ello la ONDCP convocará a un grupo de trabajo interinstitucional.
Internacionales
Donald Trump ordena implementar la pena de muerte en Washington D.C.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un memorándum dirigido a la fiscal general, Pam Bondi, y a la fiscal del Distrito de Columbia, Jeanine Pirro, en el que instruye la implementación “plena” de la pena de muerte en la capital estadounidense. La medida revierte la abolición de la pena capital en Washington D.C., vigente desde 1981, y busca responder a lo que la administración califica como un aumento de la criminalidad en la ciudad.
Según el memorándum, los fiscales federales deberán buscar la pena de muerte en todos los casos apropiados bajo la legislación federal, particularmente en delitos graves como homicidios y asesinatos de agentes de policía. Además, se indica que ejercerán jurisdicción federal para garantizar la aplicación de la pena capital, en lo que la administración Trump considera una acción necesaria para mantener la seguridad.
La decisión ha generado un amplio debate. Expertos legales y organizaciones de derechos civiles han expresado su preocupación por la posible violación del derecho de autogobernanza de Washington D.C., cuya población ha rechazado la pena de muerte en referendos anteriores. También se cuestiona el impacto de esta medida sobre las normas legales y la autonomía local.
Esta acción forma parte de una serie de iniciativas del gobierno de Trump para expandir el uso de la pena de muerte a nivel federal, incluyendo la reactivación de ejecuciones federales tras la pausa durante la administración de Joe Biden. La medida consolida un cambio significativo en la política criminal de la capital estadounidense y promete generar un intenso debate jurídico y político en los próximos meses.