Internacionales
Enfrentamientos en Corea del Sur por protesta contra la prohibición de carne de perro

Este jueves, criadores de perros en Corea del Sur protagonizaron enfrentamientos con la policía frente a la oficina presidencial, expresando su descontento ante un proyecto de ley que busca prohibir el consumo de carne de perro en el país.
A principios de este mes, funcionarios gubernamentales y del partido en el poder acordaron presentar una ley antes de fin de año para erradicar esta práctica centenaria. Aunque legisladores individuales habían propuesto proyectos similares en el pasado, esta será la primera vez que el gobierno respalde la iniciativa.
Alrededor de 200 dueños de granjas caninas, propietarios de restaurantes y otros involucrados en la industria de la carne de perro participaron en la protesta. Durante la manifestación, lanzaron consignas, alzaron los puños y pronunciaron discursos críticos contra la medida gubernamental. Un manifestante incluso amenazó con suicidarse si la propuesta continúa.
A pesar de que algunos granjeros intentaron llevar perros enjaulados al lugar de la protesta, se les impidió hacerlo, lo que resultó en un enfrentamiento entre manifestantes y policías. Tres manifestantes fueron arrestados según los granjeros, aunque la policía no pudo confirmar las detenciones de inmediato.
El consumo de carne de perro no está explícitamente prohibido ni legalizado en Corea del Sur, pero ha generado preocupaciones sobre la imagen internacional del país y la creciente conciencia pública sobre los derechos de los animales. Celebridades internacionales, como Kim Basinger y Brigitte Bardot, han abogado por la prohibición.
El proyecto de ley respaldado por el gobierno y el partido en el poder tiene como objetivo eliminar gradualmente la industria de la carne de perro para el año 2027.
Internacionales
Irán ahorca a hombre acusado de espiar para Israel en medio de ola de ejecuciones

DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP).- Irán informó este día que ejecutó por ahorcamiento a Bahman Choobiasl, acusado de espiar para Israel, en lo que representa la mayor ola de ejecuciones en décadas en el país.
El caso no fue conocido de inmediato en los medios iraníes ni entre activistas que monitorean la pena de muerte en la República Islámica. La ejecución se produce en un contexto de tensiones internacionales, luego de que la ONU reimpuso sanciones a Teherán por su programa nuclear, y mientras el gobierno iraní prometió enfrentarse a sus enemigos.
Expertos en derechos humanos señalan que esta acción forma parte de un patrón de represión en el que las autoridades iraníes aplican la pena capital en casos de espionaje y delitos considerados de seguridad nacional, generando preocupación internacional.