La gran pregunta que nos queda a todos después de la detención de la esposa de Joaquín “El Chapo” Guzmán es: ¿por qué ahora? Y la periodista Anabel Hernández tiene una posible respuesta: porque Emma Coronel está enojada con el Chapo, su esposo.

La autora de Los señores del narco y otros libros sobre los cárteles mexicanos, recordó que ella fue la primera en entrevistar a Emma Coronel en febrero de 2016. Fue en un restaurante de Culiacán, Sinaloa, que la exreina de belleza citó a la periodista, poco después de la reaprehensión de su marido en Los Mochis. Desde ese encuentro, mantuvieron comunicación hasta 2018, cuando inició el juicio de El Chapo en Nueva York.

Por esta razón, Hernández detalla que Emma Coronel no es como la quisieron pintar los medios, internacionales y nacionales, durante “El Juicio del Siglo”.

Además, la periodista compartió que, de acuerdo con una de sus fuentes adentro del Cártel de Sinaloa, toda la organización y la familia de Guzmán Loera, están preocupados. ¿La razón? Emma Coronel llamó mucho la atención durante los últimos meses.

“En el narcotráfico, para que los negocios fluyan de manera conveniente, necesitan un bajo perfil. Emma estaba rompiendo con la familia, con ese bajo perfil, porque Emma (Coronel) estaba muy enojada con El Chapo Guzmán y está muy enojada. Y me parece que es por eso que el gobierno norteamericano la detiene ahora: es muy probable que Coronel esté dispuesta a cooperar”, aseveró Hernández.

Asimismo, Anabel Hernández rompió con la imagen que muchos medios quisieron pintar de Emma Coronel, pues aseguró que no es la típica esposa de un narcotraficante “sin ninguna capacidad intelectual”.

“La mujer que yo conocí en un restaurante de Culiacán es distinta. […] Pude entender, a lo largo de esta temporada, que Emma Coronel, más allá de ser la esposa o la muñequita, era una persona importante en la vida del Chapo Guzmán. Era un vaso comunicante, una mensajera: él confiaba ciegamente en ella”, expresó la periodista.

En ese sentido, su detención, y los cargos que enfrenta en Estados Unidos no son porque ella traficara directamente con la droga. Sino que Coronel, con el papel de mensajera que le dio su esposo, “se convirtió en cómplice”, puntualiza Hernández.