Internacionales
Bukele anuncia investigación interna y prisión para políticos corruptos en El Salvador

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha solicitado públicamente al fiscal general del país, Rodolfo Delgado, investigar a todo su gabinete en un esfuerzo por combatir la corrupción, incluso dentro de su propio gobierno. Bukele expresó su compromiso de no ser recordado como un presidente rodeado de ladrones y anunció la construcción de un “Centro de Confinamiento de la Corrupción”, una prisión exclusiva para políticos y funcionarios corruptos.
Durante su discurso, Bukele afirmó que no permitirá que la corrupción manche su legado y prometió destituir a cualquier funcionario de su gobierno involucrado en ilegalidades. Esta medida coincide con la reciente cancelación de la cuenta de un expresidente, reavivando el debate sobre la libertad de expresión y las acciones contra la corrupción.
El fiscal general, Rodolfo Delgado, respondió a través de X, destacando el compromiso de perseguir cualquier delito, indicando un cambio en la política de investigaciones para evitar manipulaciones previas.
Además, Bukele anunció su intención de solicitar licencia a la Asamblea Legislativa para dedicarse por completo a la campaña electoral, enfrentando críticas por buscar la reelección en medio de la controversia constitucional. La decisión del Tribunal Constitucional abre la posibilidad de que Bukele renuncie seis meses antes de concluir su mandato para participar en las elecciones de 2024.
A pesar de sus duras medidas contra las pandillas, Bukele mantiene un fuerte respaldo en las encuestas, aunque la estrategia de encarcelamiento masivo ha generado críticas. La lucha contra la corrupción se convierte en un nuevo foco de atención en la agenda del mandatario salvadoreño.
Internacionales
Irán ahorca a hombre acusado de espiar para Israel en medio de ola de ejecuciones

DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP).- Irán informó este día que ejecutó por ahorcamiento a Bahman Choobiasl, acusado de espiar para Israel, en lo que representa la mayor ola de ejecuciones en décadas en el país.
El caso no fue conocido de inmediato en los medios iraníes ni entre activistas que monitorean la pena de muerte en la República Islámica. La ejecución se produce en un contexto de tensiones internacionales, luego de que la ONU reimpuso sanciones a Teherán por su programa nuclear, y mientras el gobierno iraní prometió enfrentarse a sus enemigos.
Expertos en derechos humanos señalan que esta acción forma parte de un patrón de represión en el que las autoridades iraníes aplican la pena capital en casos de espionaje y delitos considerados de seguridad nacional, generando preocupación internacional.