Internacionales
Boris Johnson renuncia como primer ministro británico

Boris Johnson, primer ministro de Reino Unido, anunció su renuncia tras una serie de escándalos que han repercutido su mandato, donde varios ministros y otros funcionarios de diversos rangos determinaron no seguir en ese gobierno, desatando una crisis política tanto en todo Reino Unido como en el Partido Conservador de esa nación.
Al anunciar su dimisión, Johnson dijo el jueves que es “claramente la voluntad” de su Partido Conservador que debe haber un nuevo líder. Indicó que continuará en el cargo mientras se elige a su sucesor.
Sus detractores dicen que no se debe permitir que permanezca como primer ministro interino y que se lo debe destituir lo antes posible.
Tres años después de llegar triunfante al poder, Johnson, de 58 años, se vio obligado a renunciar tras perder el apoyo de su partido a raíz de incesantes escándalos. El escándalo ético más reciente en torno de su liderazgo hizo que medio centenar de legisladores abandonaran el gobierno.
El Partido Conservador deberá ahora elegir durante el verano a un nuevo dirigente para reemplazar a Johnson, probablemente a partir de octubre, como su líder y por consiguiente como jefe del gobierno.
Mientras tanto, Johnson se declaró determinado a seguir dirigiendo al país y para dejarlo claro, el jueves nombró a nuevos ministros y secretarios de Estados para reemplazar al alud de dimisionarios.
Internacionales
Donald Trump ordena implementar la pena de muerte en Washington D.C.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un memorándum dirigido a la fiscal general, Pam Bondi, y a la fiscal del Distrito de Columbia, Jeanine Pirro, en el que instruye la implementación “plena” de la pena de muerte en la capital estadounidense. La medida revierte la abolición de la pena capital en Washington D.C., vigente desde 1981, y busca responder a lo que la administración califica como un aumento de la criminalidad en la ciudad.
Según el memorándum, los fiscales federales deberán buscar la pena de muerte en todos los casos apropiados bajo la legislación federal, particularmente en delitos graves como homicidios y asesinatos de agentes de policía. Además, se indica que ejercerán jurisdicción federal para garantizar la aplicación de la pena capital, en lo que la administración Trump considera una acción necesaria para mantener la seguridad.
La decisión ha generado un amplio debate. Expertos legales y organizaciones de derechos civiles han expresado su preocupación por la posible violación del derecho de autogobernanza de Washington D.C., cuya población ha rechazado la pena de muerte en referendos anteriores. También se cuestiona el impacto de esta medida sobre las normas legales y la autonomía local.
Esta acción forma parte de una serie de iniciativas del gobierno de Trump para expandir el uso de la pena de muerte a nivel federal, incluyendo la reactivación de ejecuciones federales tras la pausa durante la administración de Joe Biden. La medida consolida un cambio significativo en la política criminal de la capital estadounidense y promete generar un intenso debate jurídico y político en los próximos meses.