La película animada “Ana y Bruno” se estrenó el pasado viernes con la etiqueta de ser la producción mexicana más cara en su rama, esto se ha convertido en su mejor carta de presentación, sin embargo, se volvió un reto pues tratará de recuperar en taquilla la mayor cantidad de fondos posible para recuperar la inversión de producción que fue de 104 millones de pesos.

Dirigida por el mexicano Carlos Carrera, (quien dirigiera también “El crimen del padre Amaro”), esta animación pretende ganarse al público mexicano y extranjero pues ha sido cobijada por la crítica por su historia, por la calidad de la animación y por tener un reparto de voces que incluyen a Damián Alcázar, Regina Orozco, Héctor Bonilla y Silverio Palacios, entre otros actores.

Cabe mencionar, que la producción tuvo una duración de 13 años antes de que llegara a la pantalla grande y narra la historia de Ana, quien llega con su madre a una casa de descanso que se encuentra junto al mar, donde descubre que no es lo que parece, ya que en realidad está en una clínica de salud mental y en ese lugar conoce a Bruno, un ser producto de la imaginación de otro paciente.

“Los resultados son que tanto niños como adultos salgan felices de ver la película, el tema es de los prejuicios que tienen los adultos sobre lo que los niños pueden o no manejar”, indicó la productora ejecutiva de la película, Isabel Aerenlund.

Es importante recordar que “Ana y Bruno”, ganó la categoría de Mejor Película de Animación en los Premios Quirino, los cuales se llevan a cabo en España.