Internacionales
Abuela del tirador de Texas trató de detenerlo aún herida

La abuela de Salvador Ramos, el joven de 18 años que el martes irrumpió en una primaria en Uvalde, Texas, y mató a 19 niños y dos maestras, intentó impedir la masacre.
Eduardo Trinidad, familiar de “Doña Ceci”, como conocen todos a la abuela de Ramos, contó que cuando ella vio a su nieto que intentaba salir “con todas las armas, trató de pararlo”. Fue entonces cuando “él se volteó y le comenzó a disparar”.
Según su recuento, fueron ocho o nueve balazos disparos los que recibió “Doña Ceci”. Aun así, aterrada de pensar lo que su nieto podría hacer con las armas que traía, la mujer “se levantó como pudo y les gritó a los vecinos que le hablaran a la policía”.
Sin embargo, Ramos logró escapar y tras estampar su vehículo frente a la escuela, irrumpió en ella, entro en un salón y perpetró la masacre.
De acuerdo con medios, el joven compró dos rifles de plataforma AR en dos fechas distintas: el 17 de mayo y el 20 de mayo. Uno de los rifles fue hallado en el vehículo de Ramos. El otro, en la escuela, con el sospechoso.
El 18 de mayo, Salvador Ramos compró además 375 rondas de municiones 5.56. Al parecer, el sospechoso dejó caer una mochila con varios cargadores llenos de munición cerca de la entrada de la escuela. Dentro de la escuela, se descubrieron lo que parecen ser siete cargadores de 30 balas.
La abuela de Ramos fue trasladada al hospital, donde se reportaba como grave. Este miércoles estaba siendo intervenida.
Internacionales
Donald Trump ordena implementar la pena de muerte en Washington D.C.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un memorándum dirigido a la fiscal general, Pam Bondi, y a la fiscal del Distrito de Columbia, Jeanine Pirro, en el que instruye la implementación “plena” de la pena de muerte en la capital estadounidense. La medida revierte la abolición de la pena capital en Washington D.C., vigente desde 1981, y busca responder a lo que la administración califica como un aumento de la criminalidad en la ciudad.
Según el memorándum, los fiscales federales deberán buscar la pena de muerte en todos los casos apropiados bajo la legislación federal, particularmente en delitos graves como homicidios y asesinatos de agentes de policía. Además, se indica que ejercerán jurisdicción federal para garantizar la aplicación de la pena capital, en lo que la administración Trump considera una acción necesaria para mantener la seguridad.
La decisión ha generado un amplio debate. Expertos legales y organizaciones de derechos civiles han expresado su preocupación por la posible violación del derecho de autogobernanza de Washington D.C., cuya población ha rechazado la pena de muerte en referendos anteriores. También se cuestiona el impacto de esta medida sobre las normas legales y la autonomía local.
Esta acción forma parte de una serie de iniciativas del gobierno de Trump para expandir el uso de la pena de muerte a nivel federal, incluyendo la reactivación de ejecuciones federales tras la pausa durante la administración de Joe Biden. La medida consolida un cambio significativo en la política criminal de la capital estadounidense y promete generar un intenso debate jurídico y político en los próximos meses.