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🌌 Hoy inicia Mercurio retrógrado

Este lunes comienza el fenómeno astronómico conocido como Mercurio retrógrado, un evento que ocurre varias veces al año y que ha ganado notoriedad tanto en círculos astrológicos como en redes sociales.
Desde la perspectiva de la Tierra, Mercurio parece moverse en sentido inverso a su órbita habitual. Sin embargo, la ciencia explica que esto es únicamente una ilusión óptica, causada por la diferencia en la velocidad con la que orbitan la Tierra y Mercurio alrededor del Sol. Cuando nuestro planeta “alcanza” al más veloz Mercurio, se produce este efecto visual.
🔮 En la astrología, se considera que este periodo afecta la comunicación, la toma de decisiones, los viajes y la tecnología, generando retrasos, malentendidos y fallos técnicos. Por ello, muchas personas optan por no firmar contratos importantes o iniciar nuevos proyectos durante esta fase.
🪐 No obstante, la astronomía y la ciencia moderna rechazan que Mercurio retrógrado tenga alguna influencia real sobre los eventos humanos. No existe evidencia científica que demuestre una relación causal entre la posición de los planetas y el comportamiento individual o colectivo en la Tierra.
💡 Lo cierto es que Mercurio retrógrado continúa siendo un fenómeno astronómico interesante y un ejemplo de cómo las percepciones humanas pueden diferir de la realidad física del universo.
📅 Este retroceso aparente de Mercurio durará hasta [puedo incluir la fecha exacta si me la solicitas], y aunque no afecte directamente nuestras vidas desde el punto de vista científico, sin duda seguirá siendo tema de conversación.
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Una historia que nos invita a reflexionar

En 2015, al borde de una carretera, una pequeña casa azul de techo de lámina comenzó a ser testigo de una vida sencilla pero profunda. Allí vivía una pareja de ancianos que, año tras año, aparecía en las imágenes de Google Maps: tomando el sol, pelando verduras, conversando o simplemente contemplando la vida pasar. No necesitaban nada más, porque se tenían el uno al otro.
El tiempo siguió su curso. En 2020, seguían juntos, compartiendo cada día como siempre. Pero en 2021, la escena cambió: él ya no estaba. Solo ella permanecía, apoyada en la puerta o sentada en el mismo banco donde antes compartían todo.
Para 2023, la casa mostraba las marcas del paso de los años: paredes descascaradas, colores apagados. Y aun así, ella seguía allí, firme, como si esperara en silencio, recordando lo que alguna vez fue.
En 2025, ya no quedaba nada. Ni la casa azul, ni el banco de madera, ni el techo oxidado. Solo un terreno vacío y el eco de una historia que dejó huella en quienes tuvieron la oportunidad de verla.
Hay relatos que no llegan a los periódicos ni a la televisión. Se esconden en rincones olvidados, como la casa donde dos corazones envejecieron juntos, cuya memoria desapareció silenciosamente… pero cuyo testimonio permanece en la mirada de quienes la descubrieron.