Internacionales
Irán aprueba Ley para Reforzar Sanciones contra Mujeres que no usen velo
El Parlamento iraní aprobó un proyecto de ley este miércoles que ha estado en discusión durante varios meses, con el propósito de fortalecer las sanciones contra las mujeres que no cumplen con la obligación de usar el velo en lugares públicos, según informaron los medios oficiales.
La agencia Irna reportó que “los diputados aprobaron la implementación del proyecto de ley sobre ‘el hiyab y la castidad’ por un periodo de prueba de tres años”. Esta medida se da en un contexto en el que el gobierno ha endurecido su postura frente al creciente número de mujeres que optan por no usar el velo en público, especialmente en las ciudades más grandes.
El proyecto de ley impone sanciones más severas a cualquier persona denunciada por violar el estricto código de vestimenta impuesto a las mujeres, que ha sido un pilar ideológico de la República Islámica desde la caída del sha en 1979.
El texto establece sanciones financieras para aquellos que sean acusados de “promoción del desnudo” o de “burlar el hiyab” en los medios de comunicación y las redes sociales, así como multas y restricciones para salir del país para los propietarios de empresas cuyas empleadas no cumplan con la normativa del velo.
En el extremo, el proyecto establece que “cualquier persona que cometa el delito de no llevar velo o llevar vestimenta inapropiada en colaboración con gobiernos, medios de comunicación, grupos u organizaciones extranjeras o hostiles a la República Islámica, o de manera organizada, será condenada a una pena de prisión de cuarto grado”, lo que equivale a entre 5 y 10 años de cárcel.
Para que el proyecto se convierta en ley, debe ser aprobado por el Consejo de los Guardianes de la Constitución.
La aprobación de esta ley llega cuatro días después del primer aniversario de la muerte de Mahsa Amini, una joven kurda iraní de 22 años, quien falleció el 16 de septiembre de 2022 tras ser detenida por la policía por presuntamente violar el código de vestimenta para las mujeres. Su muerte desencadenó un amplio movimiento de protesta en el país.
Internacionales
Hallazgos arqueológicos revelan el consumo de cocaína en Europa desde el siglo XVII
Investigadores han descubierto evidencia de consumo de cocaína en la cripta de un antiguo hospital en Milán, sugiriendo que los europeos estaban consumiendo hojas de coca desde el siglo XVII, mucho antes de que la droga fuera aislada por un químico alemán. Gaia Giordano, estudiante de posgrado, lideró el análisis de cráneos y tejidos cerebrales de nueve personas enterradas en la cripta del hospital Ca’ Granda. Los resultados, que se publicarán en el Journal of Archaeological Science, indican que al menos dos individuos masticaron hojas de coca, lo que marca la prueba más antigua de consumo de cocaína en la Europa premoderna.
Los hallazgos apuntan a que los milaneses pudieron haber tenido acceso a las mismas hojas de coca utilizadas por civilizaciones sudamericanas para aliviar el dolor y aumentar la energía. Aunque no se conoce con certeza cómo la planta llegó a Europa, se especula que los colonizadores españoles, atraídos por las propiedades analgésicas de la cocaína, pudieron haber introducido las hojas como un remedio. Christine VanPool, antropóloga de la Universidad de Misuri, sugiere que es plausible que un español enfermo decidiera probar las hojas en busca de alivio.
Benjamin Breen, historiador de la Universidad de California, también apoya la idea de que la coca pudo haber llegado a Europa como un producto médico curioso. La cripta de Ca’ Granda, que contiene unos 2.9 millones de huesos, es considerada un centro de comercio que pudo haber recibido la planta antes que otras ciudades europeas. Los documentos históricos indican que los viajeros europeos del siglo XVI ya habían notado el uso de las hojas de coca entre las civilizaciones indígenas.
A pesar del escepticismo inicial sobre los hallazgos, Breen encontró respaldo en relatos históricos, como los del misionero español José de Acosta, quien observó el uso de hojas de coca en América del Sur. Este contexto histórico refuerza la idea de que la planta fue vista como un producto medicinal. En cuanto a los restos analizados, se determinó que uno de los consumidores era un hombre de entre 30 y 45 años que padecía sífilis, aunque no se pudo establecer la condición de la otra persona.
Los investigadores concluyen que el consumo de cocaína podría haber sido tanto recreativo como medicinal. Sin embargo, los registros del hospital no indican que se proporcionaran hojas de coca como tratamiento oficial. En cambio, un estudio previo sugirió que el uso de productos derivados de la amapola real fue un tratamiento médico reconocido en Ca’ Granda. Esto sugiere que la cocaína podría haber sido utilizada de manera no oficial entre los pacientes del hospital.