Internacionales
Hamas anunció que liberará a más rehenes extranjeros en los próximos días.
La organización conocida como Hamás ha declarado que tiene la intención de liberar a varios rehenes extranjeros en los próximos días.
El grupo islamista informó a los mediadores que liberará a varios cautivos extranjeros en los próximos días, según declaraciones del portavoz del brazo armado Abu Obeida el martes.
En un comunicado emitido el martes, las Brigadas Ezzedin al Qassam, brazo armado de Hamás, anunciaron que en los próximos días liberarán a varios rehenes extranjeros que habían sido llevados a Gaza después de su incursión en Israel el 7 de octubre.
Abu Obeida, portavoz de las fuerzas armadas de Hamás, señaló en una transmisión de televisión que hemos comunicado a los intermediarios nuestra decisión de liberar a un grupo de extranjeros en los próximos días.
Las familias de las víctimas israelíes están solicitando a la Corte Penal Internacional que investigue los ataques realizados por Hamás.
El martes, las familias israelíes de las víctimas de los ataques de Hamas del 7 de octubre presentaron una apelación ante la Corte Penal Internacional (CPI) para solicitar una investigación sobre los asesinatos y secuestros, a pesar de la posición contraria de Israel hacia el tribunal.
Yael Vias Gvirsman, un abogado internacional con base en Tel Aviv, presentó la llamada “comunicación del artículo 15” ante el fiscal de la CPI. El abogado representa a las familias de más de 34 víctimas de los ataques perpetrados por Hamás, entre ellas rehenes, personas desaparecidas y personas asesinadas.
Israel no forma parte de la CPI, con sede en La Haya, y se rehúsa a reconocer la jurisdicción de ese tribunal. En esta presentación, se le pide al fiscal de la CPI, Karim Khan, que dirija su investigación hacia las acciones llevadas a cabo por Hamas el día 7 de octubre en el sur de Israel. Se hace especial hincapié en las desapariciones forzadas, que el tribunal considera un crimen de lesa humanidad.
Internacionales
Hallazgos arqueológicos revelan el consumo de cocaína en Europa desde el siglo XVII
Investigadores han descubierto evidencia de consumo de cocaína en la cripta de un antiguo hospital en Milán, sugiriendo que los europeos estaban consumiendo hojas de coca desde el siglo XVII, mucho antes de que la droga fuera aislada por un químico alemán. Gaia Giordano, estudiante de posgrado, lideró el análisis de cráneos y tejidos cerebrales de nueve personas enterradas en la cripta del hospital Ca’ Granda. Los resultados, que se publicarán en el Journal of Archaeological Science, indican que al menos dos individuos masticaron hojas de coca, lo que marca la prueba más antigua de consumo de cocaína en la Europa premoderna.
Los hallazgos apuntan a que los milaneses pudieron haber tenido acceso a las mismas hojas de coca utilizadas por civilizaciones sudamericanas para aliviar el dolor y aumentar la energía. Aunque no se conoce con certeza cómo la planta llegó a Europa, se especula que los colonizadores españoles, atraídos por las propiedades analgésicas de la cocaína, pudieron haber introducido las hojas como un remedio. Christine VanPool, antropóloga de la Universidad de Misuri, sugiere que es plausible que un español enfermo decidiera probar las hojas en busca de alivio.
Benjamin Breen, historiador de la Universidad de California, también apoya la idea de que la coca pudo haber llegado a Europa como un producto médico curioso. La cripta de Ca’ Granda, que contiene unos 2.9 millones de huesos, es considerada un centro de comercio que pudo haber recibido la planta antes que otras ciudades europeas. Los documentos históricos indican que los viajeros europeos del siglo XVI ya habían notado el uso de las hojas de coca entre las civilizaciones indígenas.
A pesar del escepticismo inicial sobre los hallazgos, Breen encontró respaldo en relatos históricos, como los del misionero español José de Acosta, quien observó el uso de hojas de coca en América del Sur. Este contexto histórico refuerza la idea de que la planta fue vista como un producto medicinal. En cuanto a los restos analizados, se determinó que uno de los consumidores era un hombre de entre 30 y 45 años que padecía sífilis, aunque no se pudo establecer la condición de la otra persona.
Los investigadores concluyen que el consumo de cocaína podría haber sido tanto recreativo como medicinal. Sin embargo, los registros del hospital no indican que se proporcionaran hojas de coca como tratamiento oficial. En cambio, un estudio previo sugirió que el uso de productos derivados de la amapola real fue un tratamiento médico reconocido en Ca’ Granda. Esto sugiere que la cocaína podría haber sido utilizada de manera no oficial entre los pacientes del hospital.